Published On: 08.07.2021|Categories: Artículos|Tags: |

El invento de los contenedores como medio de transporte de mercancías se debe a Malcolm McLean, un joven emprendedor originario de Carolina del Norte, EEUU. A mediados de los años 50 trabajó junto con el ingeniero Keith Tantlinger para diseñar los primeros prototipos de un sistema que hiciera más eficiente el proceso de carga y descarga de mercancías y redujera sus costes. El éxito de su idea fue tal, que en pocos años revolucionó el transporte de bienes y hoy en día se ha convertido en el estándar universal para el tráfico de productos de un extremo a otro del mundo. Sin embargo, el uso de su invención no se limitó al sector de los transportes, sino que pasó relativamente pronto a la arquitectura.

Uno de los factores que ha facilitado que la arquitectura y el sector de la construcción adopten el contenedor como elemento constructivo es el hecho de que cada año millones de contenedores quedan fuera de servicio. La balanza comercial de muchos países occidentales, que importan más bienes de los que exportan, supone que numerosos contenedores queden almacenados y en desuso. Al fin y al cabo, no tiene sentido enviarlos vacíos a su lugar de origen. De hecho, existe todo un mercado de venta de contenedores fuera de servicio. Otro de los motivos del éxito de los contenedores en arquitectura es su diseño, con las medidas justas para ser habitable, o su fabricación robusta. Ya en 1962, poco después de que McLean patentara su invento, la compañía Insbrandtsen Co. Inc. registró una patente (US3182424) con el título «Combinación de contenedor y escaparate». Christopher Betjemann, que figura como inventor en ella, afirmaba que las empresas podían utilizar los contenedores marítimos como estand para mostrar productos en sus giras.

Sin embargo, el primer registro oficial de un método para construir una casa con contenedores de transporte se debe a Phillip Clark. Clark obtuvo en 1989 una patente (US4854094) denominada «Método para convertir uno o más contenedores de transporte de acero en un edificio habitable». Pero no sería hasta 1994, en el libro Cómo aprenden los edificios de Stewart Brand, cuando aparece la primera referencia a la arquitectura a partir de contenedores. En él, Brand propone la construcción de oficinas a partir de contenedores marítimos. Desde ese momento, se suceden las propuestas arquitectónicas modulares y se construyen numerosos edificios con el contenedor como elemento fundamental. La sostenibilidad que supone construir con un elemento reciclado, que reduce además el tiempo de obra y, por tanto, los costes de los edificios y su huella de carbono, son algunas de las ventajas que aporta, suele aducirse, a la arquitectura y la construcción. No obstante, un contenedor necesita todavía una fuerte intervención para su aislamiento y acondicionamiento, antes de que llegue a ser habitable.

Basta con hacer una búsqueda en la Red para encontrar numerosísimos ejemplos, desde iniciativas de particulares que han decidido construirse un pequeño retiro a partir de varios contenedores, a propuestas más profesionales por parte de distintos estudios de arquitectura. Amusement Logic ha estudiado a través de estas páginas algunas de las propuestas más destacadas, como la ampliación del Crowne Plaza Hotel en Singapur o el primer proyecto del mundo de rascacielos a partir de contenedores. Hemos lanzado incluso nuestras propias propuestas, y también hemos desarrollado nuestra marca de casas y construcciones prefabricadas a partir de contenedores, conocida como MagiCube. Aquí os dejamos enlaces a todo ello para vuestra información y curiosidad:

MagiCube
Ampliación de un hotel con contenedores (+VÍDEO)
Los primeros rascacielos de contenedores del mundo
Edificaciones con contenedores

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