El Crowne Plaza Hotel se encuentra cerca de la Terminal 3 del Aeropuerto Internacional Changi de Singapur. Actualmente cuenta con una extensión que, aunque se finalizó en marzo de 2016,  representa un ejemplo singular y único de una de las últimas tendencias en edificación: la construcción volumétrica prefabricada (PPVC por sus siglas en inglés). 252 contenedores sirvieron para construir 243 habitaciones, distribuidas en los 10 pisos de la ampliación del hotel. Los contenedores se equiparon y amueblaron, con moqueta, azulejos y todos los accesorios de una habitación de hotel, incluida la bañera, en una planta industrial de Shanghai. Desde esta se transportaron por carretera al puerto, por mar hasta el pequeño país del sudeste asiático y, de nuevo sobre camiones, al lugar de destino. La fabricación de los contenedores y la construcción del edificio se realizó en poco más de 6 meses, de los que 26 días se dedicaron a su ensamblaje, con un coste total de 10,6 millones de euros (12,8 mill. USD).

Este sistema de construcción ofrece numerosas ventajas respecto de los métodos convencionales. Así, para la ampliación del Crowne Plaza Hotel fueron necesarios 45 trabajadores, lo que supone un 40% menos de fuerza de trabajo respecto de la construcción con ladrillo, que hubiera requerido 75 operarios. Por otra parte, el tiempo de construcción se redujo a un tercio del habitual en edificios tradicionales. Además de la mejora sustancial en las condiciones y la seguridad durante el trabajo, se reduce el tráfico de suministros en el lugar, se limitan los materiales de desecho y se incrementa la eficiencia energética y la productividad del proceso.

El anexo al Crowne Plaza Hotel fue el primer edificio comercial del sector privado de Singapur en el que se utilizó el sistema PPVC. La firma de arquitectura WOHA, con sede en la ciudad, realizó un cuidadoso diseño para responder a las estrictas exigencias normativas de su ubicación en las instalaciones del aeropuerto, como por ejemplo la de un máximo de 10 alturas o una fachada que desviara las ondas de radar. Los interiores se diseñaron para un público objetivo de negocios, con la finalidad de que fueran multifuncionales. Con el recurso a espejos y a una cuidada paleta de colores, además de su insonorización, las habitaciones resultan acogedoras, bien iluminadas y favorables a una estancia serena.

En este vídeo podéis disfrutar de una muy buena documentación de todo el proceso, desde la fábrica hasta el ensamblaje de la ampliación del Crowne Plaza Hotel:

Fuentes e imágenes: Archello, Prefabmarket, WOHA.