En un proyecto piloto que cuenta con el apoyo de los fondos para la construcción ecológica  del Ministerio de Medio Ambiente danés, la firma de arquitectos Een til Een ha construido la primera casa del mundo a partir de materiales residuales y de desecho procedentes de la industria agrícola. Si bien las casas realizadas con materiales naturales no son novedad, ya que pueden encontrarse numerosos ejemplos en las chozas de tribus que viven en selvas y bosques de todo el mundo, en este caso se trata de materiales que han pasado por un proceso de transformación y reciclado. Así, paja de trigo y de arroz, caña, cáñamo, lino, algas y otras fibras celulósicas, materias que normalmente se consideran como residuos y que son utilizadas por lo común como combustibles para producir energía, adoptan con este proyecto una nueva vida y se convierten en materia prima para la construcción. El CO2 capturado por dichos materiales, no vuelve a emitirse a la atmósfera como resultado de su combustión. Por otra parte, al tratarse de materias disponibles en el ámbito local, se fomenta con su reciclado la economía de proximidad.

Esta casa «biológica», como los propios arquitectos la han bautizado, ha sido diseñada y producida mediante el empleo de tecnologías digitales. Por otra parte, se trata de un edificio totalmente integrado con ventilación natural y calefacción solar pasiva, ventajas a las que se suma el hecho de que los materiales naturales reciclados son transpirables. Además, la casa se asienta sobre pilotes de tornillo, en vez de la cimentación tradicional de hormigón, lo que supone mayor aislamiento y mejor ventilación y, al mismo tiempo, produce un menor impacto sobre los terrenos en que se erige. Para los revestimientos, se emplea madera procedente de bosques locales sostenibles, con un tratamiento especial, también biológico, que la hace resistente, durable y de gran estabilidad dimensional.

La primera casa «biológica» del mundo, que pretende hacer frente a los problemas ecológicos y al cambio climático global, se inscribe en la tendencia general hacia la arquitectura verde. Se exhibe por primera vez en el parque ecológico BIOTOPE, en la localidad danesa de Middelfart.