En esta ocasión os acercamos un hotel un tanto especial, ya que se trata de un establecimiento de construcción moderna, si bien según las más refinadas e inveteradas tradiciones artesanales del país y la ciudad donde se encuentra, es decir, Marrakech, en Marruecos. El propio hotel lo expresa cabalmente al asegurar que su arquitectura «asume el reto de combinar una herencia ancestral con lo mejor de la modernidad». Efectivamente, tras tres años de construcción, el Hotel Royal Mansour Marrakech se inauguró en 2010. Sin embargo, los elementos decorativos y embellecedores se realizaron a mano y según viejas tradiciones.

La prensa especializada califica al Royal Mansour Marrakech como «el hotel más discreto del mundo», y también hemos leído alguna noticia que se refiere a él como «un palacio real» o «un hotel diseñado por un rey». Y es que, según las informaciones disponibles, habría sido el propio rey Mohammed VI el que concibiera personalmente el proyecto como un reflejo de la sabiduría de los artesanos tradicionales del país y una muestra de los estilos arquitectónicos ancestrales. Quizá sea esa la razón de que los más de 1.200 artesanos en carpintería, forja, alicatado, tadelakt o marquetería que participaron en el proyecto, así como sus arquitectos y diseñadores, contaran con fondos ilimitados para su construcción.

En lo que respecta a su arquitectura, el Royal Mansour Marrakech no hace un uso intensivo del suelo, sino que se extiende, «sin habitaciones, ni pisos, ni pasillos», en una finca de 5 hectáreas. Es decir, los 53 magníficos riads de entre una y cuatro habitaciones que el Royal Mansour ofrece a sus huéspedes, «bien escondidos tras misteriosas puertas tachonadas», se distribuyen como en «una medina tradicional rodeada de jardines y salpicada de callejones y plazas de color terracota». Cada riad se despliega en tres alturas y cuenta con un patio animado por una fuente y una terraza con piscina privada de azulejos.

En cuanto a la fama de discreción proverbial que precede al personal del Royal Mansour Marrakech, se comprende bien al considerar que el establecimiento cuenta con 1 km de corredores subterráneos destinados a su tránsito y la realización de sus tareas. Así, tal como señalan desde el hotel, «para garantizar que nada perturbe la belleza y la calma del lugar, todo sucede entre bastidores». Con ello, el «laberinto de galerías en el sótano» alberga las cocinas, la lavandería y los demás servicios técnicos que asisten a los riads. Por lo demás, a cada uno de ellos se destinan 10 empleados, entre ellos un mayordomo, de acuerdo con una proporción de 7 a 1 entre personal y huéspedes, con un total de algo más de 500.

El Royal Mansour Marrakech cuenta además con un gran jardín que se extiende hasta las antiguas murallas de la ciudad, del siglo XII. Se trata de un espacio que responde a la «tradición arábigo-andaluza», para la que el jardín es «una obra de arte al aire libre, un paraíso de paz y serenidad». Precisamente, el paisajista español Luis Vallejo fue responsable de su diseño y de su posterior ampliación, efectuada en el año 2021. El jardín dispone además de una gran piscina común con pabellones privados. Por si fuera poco, Royal Mansour cuenta con un bellísimo spa de 2.500 m2, decorado con las tradicionales celosías mashrabiya y con 2 hammams marroquíes entre otras instalaciones. Por último, la chef con múltiples estrellas Michelin, Hélène Darroze, es la responsable del menú de dos de los cinco excelentes restaurantes del hotel.

Fuentes: Royal Mansour Marrakech, Forbes, Daily Mail, Architectural Digest. Imágenes: Royal Mansour Marrakech.