El acero es uno de los materiales industriales más importantes en la sociedad moderna. Su uso se extiende a numerosos segmentos de la producción de bienes, como la construcción, la automoción, los electrodomésticos, los muebles, los equipos industriales, etc. Sin embargo, con 1.864 millones de toneladas producidas en 2020, en un proceso intensivo en consumo de energía, la industria es directamente responsable de entre el 7% y el 9% de las emisiones de CO2 del planeta. Una nueva iniciativa pretende abrir el camino hacia la descarbonización completa de la industria del acero. Es el proyecto de H2 Green Steel (H2GS), una nueva planta de producción del metal que reducirá las emisiones de gases de efecto invernadero hasta en un 95%. Prevista para iniciar su funcionamiento en 2024 en la región de Norrbotten, norte de Suecia, será la primera planta de producción masiva de acero «verde» del mundo.

La producción tradicional de acero se fundamenta en el uso de coque (carbón cocido a altas temperaturas para eliminar impurezas) o de gas natural como agentes reductores del hierro mineral. En el nuevo proceso, H2GS sustituirá la tecnología tradicional de altos hornos por reactores de reducción directa mediante hidrógeno, de forma que durante el proceso sólo se produzca hierro esponja y agua. Sin embargo, la mayor parte del hidrógeno que se produce en el mundo requiere del uso de combustibles fósiles como el gas natural o el carbón.

Para cerrar el círculo, H2GS se propone utilizar únicamente hidrógeno producido con fuentes de energía renovables. Asimismo, el suministro eléctrico de la nueva planta, en la que cada paso del flujo de producción habrá sido «electrificado», también procederá de fuentes de energía limpias. A este respecto, H2GS asegura que «la región ofrece unas condiciones únicas (…), con acceso a energía procedente de fuentes renovables, mineral de hierro de alta calidad, un gran puerto en Luleå y un grupo de expertos líderes mundiales en metalurgia y producción de acero».

A pesar de los planes de H2GS, el precio del hidrógeno producido con electricidad (es decir, con energía susceptible de ser renovable y, por tanto, «verde»), todavía está lejos de ser competitivo. Conscientes de las dificultades que este hecho entraña, desde la empresa aseguran que «el hidrógeno verde (…) se ha convertido rápidamente en una solución energética que atrae considerables inversiones, a medida que la sociedad da pasos acelerados para alcanzar los objetivos climáticos». Así, confían en que, «con la reducción de costes en cada paso, con la digitalización de la automatización, un proceso de producción totalmente integrado, y el acceso a la energía procedente de fuentes renovables, produciremos hasta cinco millones de toneladas de acero sin combustibles fósiles en 2030». En cualquier caso, la iniciativa de H2GS es sin duda un paso más para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU y, desde aquí, les hacemos llegar nuestros deseos de éxito.

Fuentes: H2GS, Ecoinventos.