«The Chedi Hegra, un museo viviente»; así nos da la bienvenida el portal electrónico del hotel que seleccionamos para este espacio. Con ello, sin duda, la presentación de The Chedi Hegra se refiere al hecho de que ocupa una estación de ferrocarril histórica restaurada y un fuerte antiguo, o, tal como lo expresa el portal turístico de la ciudad de Al-Ula, a cuyo norte se encuentra, «The Chedi Hegra sitúa el ferrocarril histórico en el centro de su experiencia y celebra su importancia para conectar culturas e historia».

Y es que Hegra —localidad a la que ya dedicamos un artículo que os dejamos más abajo— fue una de las paradas en la ruta del incienso y la estación forma parte de su legado del siglo XX. Una de las curiosas —y hermosas— piezas que podemos admirar en uno de sus tres restaurantes es precisamente una locomotora otomana de 1906 perfectamente restaurada.

The Chedi Hegra es un hotel de lujo de apenas 35 habitaciones. Cuando se difundió la noticia de su apertura en diciembre pasado (2024), algunas notas de prensa aseguraron que se trataba de un establecimiento de 7 estrellas, el primero de su categoría en Arabia Saudita. Sin embargo, en la reseña que aparece en el portal electrónico de Al-Ula, se especifica una clasificación de 5 estrellas. En todo caso, las noticias señalaban que la Comisión Real para AlUla y la operadora hotelera General Hotel Management habían llegado a un acuerdo y presentaban «su primer proyecto emblemático», un hotel que «anuncia una nueva era para AlUla como destino turístico de primer orden».

En cuanto al diseño de interiores, The Chedi Hegra es un hotel boutique que «integra estructuras antiguas con diseño contemporáneo, espacios artísticos e instalaciones de categoría internacional». Por lo que hemos observado, la línea de los interiores es sobria, limpia y elegante, incluso ligera, sin excesos decorativos, entre superficies lisas, de un aspecto general minimalista.

Nos parece una buena elección para un hotel situado en Hegra, el primer sitio de Arabia Saudita declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Ese diseño es quizá el más respetuoso para un sitio histórico con reminiscencias de la arquitectura funcional, aunque sólida, de principios del siglo XX. Una arquitectura cuyos muros estructurales y exteriores, algunos construidos con ladrillos de barro, se conservan cuidadosamente y se integran en la estructura moderna del hotel. Con eso, pareciera que sus diseñadores se inclinan ante la importancia del patrimonio histórico y evitan distraer de él la atención. Y todo, por supuesto, sin renunciar a las mejores calidades en materiales, en texturas, en… diseño.