Continuemos, en este nuevo artículo, el análisis de las posibilidades que ofrece la metodología BIM 2.0 (siglas por el inglés de Modelado de la Información para la Construcción). Para ello, lo primero que debemos aclarar es que no se trata de una mera actualización de la metodología BIM a secas. No, el BIM 2.0 representa un cambio de paradigma que responde a la creciente necesidad en el sector de la construcción de soluciones más complejas, eficientes y ágiles.

Tecnológicamente, BIM 2.0 es una evolución de modelos compartidos a un sistema impulsado por inteligencia artificial, algoritmos generativos, datos en tiempo real y gemelos digitales alojados en la nube. Recordemos que el BIM a secas, por el contrario, se centraba en la creación de un modelo 3D. Ahora, el BIM 2.0 introduce el modelado paramétrico y la generación automática de alternativas desde las etapas más tempranas del proyecto.

Con BIM 2.0, el flujo de trabajo deja de ser lineal —diseño, construcción, operación— para convertirse en un proceso continuo y adaptativo. Dicho de otra forma, los datos de la operación de un edificio, una estructura u otra instalación retroalimentan constantemente el diseño y la construcción. Al mismo tiempo, la accesibilidad da un salto cualitativo: de un programa informático pesado, con una alta barrera de entrada, pasamos a plataformas directamente accesibles desde el navegador. De esa manera, facilitan la colaboración en tiempo real y la fluidez en el intercambio de información.

La traducción de lo dicho no es más que el nacimiento de una serie de plataformas basadas en la nube, optimizadas con IA, que replantean por completo cómo diseñamos, modelamos y entregamos los proyectos. Y diferentes plataformas adoptan diferentes estrategias: algunas abarcan todas las facetas del diseño y la construcción; otras, en cambio, optan por la especialización. Pero veamos varios ejemplos:

Snaptrude: es una plataforma basada en navegador. Una de sus funcionalidades más potentes es «Sketch to BIM», que permite convertir automáticamente un diseño conceptual con masas y bloques en un modelo BIM con elementos arquitectónicos detallados. Su interoperabilidad —que incluye la exportación fluida con parámetros y familias a Autodesk Revit—, es crítica para asegurar que el modelo inicial no se «rompa» al pasar a las fases de desarrollo.

Arcol: plataforma que nació en la nube, permite el modelado 3D directamente desde el navegador; elimina la necesidad de instalaciones y la gestión de sincronización de archivos; integra «tableros» para organizar vistas del modelo, datos y presentaciones; facilita el diseño y la edición instantánea; y proporciona métricas para evaluar la viabilidad de diferentes opciones de proyecto. Actualmente se orienta a las etapas pre-esquemáticas y no tanto a la documentación exhaustiva.

Giraffe: una plataforma unificada que combina cartografía, modelado y herramientas analíticas, creada específicamente para el desarrollo urbanístico y la planificación urbana. Su metodología integra contexto, diseño y datos, lo que permite explorar múltiples alternativas y realizar análisis espaciales con agilidad. Considera el edificio no como una entidad aislada, sino inserto en su entorno y a lo largo de todo su ciclo de vida.

Como veis, el camino hacia el futuro nos lleva a un diseño arquitectónico y urbano más integrado, orientado a los datos y colaborativo; así es el BIM 2.0. Y este es solo el comienzo del recorrido; el próximo mes exploraremos juntos otras plataformas innovadoras que dan forma y profundizan esta metodología digital. No os lo perdáis.

Leed nuestro artículo previo aquí:

👉 Qué es BIM 2.0 y por qué lo necesitamos

Por Raúl Soriano, modelador sénior en el Dpto. de Arquitectura de Amusement Logic

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