En el accidentado perfil urbano de Bangkok, Tailandia, el rascacielos MahaNakhon sobresale como una especie de ejercicio de… vamos a decir «desmaterialización arquitectónica». Con sus 314 m de altura, la particular torre con diseño del arquitecto alemán Ole Scheeren no se contenta con ocupar el horizonte de la ciudad, sino que cuestiona activamente nuestros prejuicios sobre lo que es una construcción. Su fachada, un juego de volúmenes escalonados, es resultado de un diálogo constante entre lo lleno y el vacío.

MahaNakhon trasciende su función original como desarrollo mixto —con espacios residenciales, comerciales y un hotel— para convertirse en objeto de la percepción. La llamada «cinta pixelada» que serpentea a través de su fachada, no es mero recurso estilístico, sino resolución de aspectos estructurales, programáticos y ambientales. El conjunto de los vacíos calculados, con terrazas que ascienden en espiral, genera corrientes de ventilación natural que mitigan el calor tropical y reducen la dependencia de sistemas de acondicionamiento mecánicos.

El efecto óptico de movimiento se intensifica gracias a los materiales. Con los paneles de vidrio de distintos grados de reflectividad se produce un mosaico de transparencias y reflejos que cambian radicalmente según la hora del día. Al amanecer, la fachada oriental parece disolverse en el cielo, mientras que al atardecer, los voladizos proyectan sombras profundas que acentúan la tridimensionalidad del edificio. Por la noche, un sistema de iluminación LED programable transforma la torre en un gigantesco artefacto de luz.

La experiencia arquitectónica culmina en la cima, con el mirador y su pasarela, una plataforma de vidrio suspendida que permite a los visitantes, literalmente, flotar sobre la ciudad. Este espacio, más allá de su valor turístico, funciona como epílogo conceptual del proyecto: si la fachada desmaterializa el volumen, la pasarela sobre el cielo completa la metáfora al hacer desaparecer el suelo bajo los pies.

Por Tianshu Liu, arquitecta sénior en el Dpto. de Arquitectura de Amusement Logic

Imágenes: Büro Ole Scheeren.

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