El edificio histórico al que dedicamos estas líneas se inauguró un 14 de octubre de 1988 como museo destinado al legado de Enver Hoxha, el primer ministro y líder de la Albania comunista, fallecido tres años antes. Sin embargo, a partir de 1991, tras el colapso del bloque comunista en el continente europeo, la construcción quedó abandonada durante varios años, hasta que pasó a reutilizarse como centro de conferencias y exposiciones de la capital albanesa. Fue en ese momento cuando empezó a conocerse por su nombre actual, la Pirámide de Tirana. Pocos años después, en 1999, durante la guerra de Kosovo, la OTAN utilizó el viejo edificio como base. Y desde 2001, varios medios de comunicación del país tuvieron sus oficinas en una parte de él, mientras que el resto de la estructura sufrió deterioro y vandalismo.

Una encuesta publicada en 2015, no obstante, demostró que una mayoría de albaneses se oponía a la demolición del edificio. Y fue en 2017 cuando el Ayuntamiento de Tirana, las autoridades del gobierno albanés y la Fundación Albano-Estadounidense para el Desarrollo se pusieron de acuerdo en convertir el edificio en una instalación dedicada a los jóvenes del país. Por fin, el pasado año de 2023 finalizó la nueva, encomiable transformación de la Pirámide, quizá la definitiva, en esta ocasión a manos del estudio de arquitectura MVRDV.

En palabras de los responsables del diseño y la renovación de la estructura de hormigón, la Pirámide es ahora una «escultura abierta» en el centro de un nuevo parque. Y en ese parque y también dentro de la propia «escultura», diseminadas como si hubieran sido lanzadas al azar, unas «coloridas cajas» contienen cafés, estudios, talleres, oficinas de nuevas empresas, incubadoras empresariales, espacios para festivales y una serie de aulas «donde los jóvenes albaneses aprenderán gratuitamente diversas materias tecnológicas». Por último, unas larguísimas escalinatas recorren en toda su longitud las fachadas inclinadas del edificio y permiten así a los albaneses pasear literalmente sobre él, o subir al mirador de la parte superior a contemplar la ciudad. En el lado oeste, un ascensor da acceso a quienes no pueden subir los escalones. Y una sección inclinada sirve para que los más jóvenes se deslicen como por un tobogán. Los arquitectos de MVRDV añaden que la nueva Pirámide conserva algunos detalles originales y preserva así «su compleja historia».

MVRDV señala que la institución educativa sin ánimo de lucro TUMO, fundada en Armenia en 2011 y con delegaciones en toda Europa, gestionará una parte de los espacios «contra la “fuga de cerebros que amenaza la economía de países como Albania». En dichos espacios, TUMO ofrecerá educación extraescolar gratuita en nuevas técnicas, como programación, robótica, animación, música y cine, a jóvenes de 12 a 18 años. El resto de las «cajas de colores» estará a disposición del público general para alquilar o establecer comercios y negocios, o servicios de restauración. Además, el proyecto de reconversión «demuestra que los edificios históricos brutalistas son ideales para su reutilización». Efectivamente, «antes que malgastar en la demolición de la estructura, su robusto armazón de hormigón se adapta según principios de economía circular».

Fuentes: MVRDV, Wikipedia. Imágenes: Ossip van Duivenbode vía MVRDV.