La promotora inmobiliaria egipcia Magnom Properties y la publicación estadounidense Forbes firmaron en la clausura de la 53ª reunión anual del Foro Económico Mundial que se celebró en Davos, Suiza, en enero del año 2023, un acuerdo para la construcción de una torre «innovadora y respetuosa con el medio ambiente» en la Nueva Capital Administrativa, en El Cairo, Egipto.

El proyecto no llama tanto la atención por su diseño, obra del estudio de arquitectura Adrian Smith + Gordon Gill Architecture —conocido entre otras cosas por ser artífice de la torre Kingdom Tower, de 1.000 m de altura, que se proyecta en Yeda, Arabia Saudí—, como por la promesa de su funcionamiento de acuerdo con una «estrategia de cero emisiones de carbono». De hecho, la CNN publicó a principios del pasado septiembre (2024), una noticia sobre dicho proyecto con este titular: «Rascacielos alimentado por hidrógeno para la nueva capital egipcia».

Tal como afirmaba Mike Federle, consejero delegado de la publicación especializada en los negocios y las finanzas, la Forbes International Tower será «la primera torre internacional sostenible bajo el nombre de Forbes». Y Adrian Smith, uno de sus arquitectos, prefería ponerlo así: «un diseño contextualizado que despunta en vidrio, acero y paneles fotovoltaicos (…), que se elevan hacia el cielo para formar 55 plantas de oficinas flexibles y dos plantas de tiendas de lujo». Por su parte, Gordon Gill, representante también de Adrian Smith + Gordon Gill Architecture, insistía en el «compromiso consciente de explorar (…) varias tecnologías avanzadas en colaboración con socios globales líderes en el impulso de la eficiencia energética y la reducción de emisiones». Y concluyó: «a su debido tiempo se darán a conocer más detalles».

Pues bien, ese tiempo llegó y así es como la Forbes International Tower espera obtener la certificación LEED Platino:

-Optimización de materiales: la torre se construirá con losas de burbujas (o sistema BubbleDeck), con hormigón de bajas emisiones de carbono y armado de X-Carb (barras de acero reciclado y producido con energía renovable), lo que supondrá una reducción del 58% del carbono incorporado, o el equivalente a 60.000 toneladas de CO2.

-Gestión de la energía: se empleará la distribución de aire por suelo radiante, iluminación adaptativa y envolvente de alto rendimiento, lo que supondrá una reducción del 46% del consumo energético, equivalente a 6.300 toneladas de CO2.

-Gestión del agua: la torre contará con una supervisión inteligente y con elementos de alta eficiencia, además de la reutilización de aguas grises y la recogida de aguas pluviales. Con eso, se obtendrá una reducción del 73% del consumo de agua en interiores, equivalente a 9,4 millones de litros.

-Producción de energía: el edificio incorporará células fotoeléctricas de alto rendimiento, además de producción de electricidad a partir de hidrógeno. Así, el 25% de la energía será solar, mientras que el 75% restante se obtendrá del hidrógeno como combustible. Con ello, se evitarán 1.800 toneladas de CO2 al año al medio ambiente.

Sin duda, se trata de un proyecto ambicioso, cuya principal novedad es la de proponer el hidrógeno como principal fuente de energía. Estaremos atentos a su funcionamiento a partir del día siguiente al que finalice su construcción.

Fuentes: Forbes, The Plan, CNN.
Imágenes: Magnom Properties.