Published On: 17.11.2022|Categories: Noticias generales|Tags: |

A través de la traducción al inglés (por Fraze Craze) de un artículo aparecido en GA Houses 182 (A.D.A. EDITA Tokyo Co., Ltd.), que la revista especializada ArchDaily ha publicado recientemente, tenemos noticias de un proyecto insólito y digno de estudio. Se trata de un restaurante y vivienda que la firma de arquitectura Junya Ishigami + Associates llevó a cabo este año de 2022 en la ciudad de Ube, Japón. Es un proyecto insólito tanto por su concepción y diseño, como por su construcción.

Según el testimonio del arquitecto, un chef japonés de cocina francesa le encargó un edificio lo más «pesado» posible para el nuevo restaurante y la vivienda; dijo que quería «una arquitectura cuya pesadez aumente con el tiempo (…), algo con la aspereza de la naturaleza». A ese requerimiento respondió el arquitecto con la propuesta de construcción de un edificio subterráneo. Sin embargo, al contrario de lo que suele ocurrir, el resultado final no fue todo lo fiel al diseño que cabía esperar, lo que demuestra la complejidad del proyecto.

Veamos cómo fue: para procurar un máximo de precisión a la construcción, las coordenadas del modelo en 3D del proyecto se introdujeron en un teodolito de «estación total» (instrumento que mide ángulos y distancias de forma simultánea), y con él se determinaron las posiciones de las columnas y pilares en el terreno. A partir de ese momento, los trabajadores excavaron y vaciaron «manualmente» los huecos destinados a convertirse en dichas columnas y pilares. Para ello debían consultar constantemente el modelo en 3D y confirmar así las posiciones y coordenadas de la excavación. Una vez finalizado el vaciamiento del terreno, se vertió hormigón en los huecos. Posteriormente, tras su solidificación, se excavaron los espacios de tierra que quedaban entre el hormigón sólido.

Cuenta el arquitecto que, tras el paso anterior, tenían previsto «lavar» de tierra el hormigón y dejar al descubierto la estructura gris. Sin embargo, quedaron tan impresionados por el aspecto del hormigón impregnado de barro rojo, que decidieron dejarlo tal como estaba. Y concluye, «fue entonces cuando percibimos la atmósfera de una cueva y decidimos rediseñar el edificio con una nueva imagen». Pero además, al comparar el espacio interior con el modelo 3D, se encontraron algunas diferencias entre el diseño y las coordenadas reales que la excavación había producido durante la construcción.

Así fue como descubrieron «nuevos espacios que no habíamos previsto que surgieran de las discrepancias superpuestas», y con ello «se dio la vuelta al proceso de diseño arquitectónico». Ahora, para determinar la disposición y el tamaño del mobiliario, los cerramientos de vidrio, las instalaciones hidráulicas, etc., tuvieron que referirse a la estructura real, resultante del proceso de construcción, y actualizar la arquitectura en consecuencia.

Fuentes: ArchDaily, Junya Ishigami + Associates. Imágenes: ©Junya Ishigami + Associates, cortesía de Maison Owl y ©Yashiro Photo Office.

TAMBIÉN PODRÍA INTERESARLE

Suscripción


Si quiero suscribirme


He leído y acepto las condiciones y términos de uso