La madera se ha utilizado como material de construcción durante siglos. Y todavía es una opción popular en la actualidad por sus numerosas ventajas. Flexibilidad, resistencia y liviandad, sostenibilidad y carácter renovable, aislamiento térmico y acústico, son solo algunas de esas ventajas, con las que por cierto no cuenta el acero o el hormigón. Por eso, como por otros factores, la madera parece entrar cada día en más proyectos de arquitectura.
Efectivamente, soluciones como la madera laminada cruzada (CLT por sus siglas en inglés) ofrecen numerosas ventajas. Reducen el tiempo de construcción de edificios, que son a su vez más ligeros, duraderos y resistentes. Sin embargo, aunque tiene todas esas ventajas, la madera también presenta limitaciones. Por ejemplo, requiere un tratamiento adecuado para prevenir problemas como la degradación causada por la humedad o la amenaza de las plagas.
Aunque se considera comúnmente que la madera no es adecuada para edificios de gran altura, los avances tecnológicos parecen sin embargo desmentirlo. Construcciones como Mjøstårnet en Noruega o Ascent MKE Building en Wisconsin, EEUU, ambos de casi 90 m de altura, ofrecen evidencia del éxito de la madera en estructuras de gran altura.
Por Jean Carlos Soto, ingeniero estructural sénior en el Dpto. de Arquitectura de Amusement Logic