«Para nosotros, las casas deben contar historias, despertar la imaginación, hablar a los sentidos, explorar los elementos, ser fantásticas y futuristas, pero también atemporales y tranquilas.» Así se presenta R.Evolution, un promotor inmobiliario «boutique» europeo, especializado en el tramo de lujo, «con una superficie bruta en inmuebles de primera categoría de más de 2.500.000 pies cuadrados [23.225 m2] en Letonia, Alemania y España». El nuevo edificio Eywa, con el que el promotor debutará en Oriente Próximo, Emiratos Árabes Unidos, concretamente en Dubai, a orillas de su Canal, en Business Bay, se sumará a esa superficie bruta. Contará entre sus 19 plantas, además de con los espacios comunes, con 48 residencias «exclusivas» de 2 a 5 habitaciones y de entre 285 y 1.510 m2, incluidos 2 áticos. Sin embargo, lo que ha llamado nuestra atención y nos ha animado a escribir sobre este nuevo proyecto es su diseño y su arquitectura.
Efectivamente, el diseño de Eywa cuenta una historia, despierta la imaginación y habla a los sentidos. Y también explora elementos como la madera, el agua y hasta el aire; y tiene un perfil casi de fantasía, aunque quizá no tanto futurista, sino atemporal o, incluso, reminiscente de formas de vida primitivas, casi arbóreas; y, desde luego, transmite una agradable sensación de paz, de tranquilidad y relajación. En palabras de sus promotores, se trata de un edificio que «evoca al instante un glorioso Árbol de la Vida» (quizá en referencia al arquetipo relacionado con el concepto de «árbol sagrado» de numerosas tradiciones mitológicas, filosóficas y religiosas del mundo, o quizá en el sentido que Charles Darwin le dio por primera vez en El origen de las especies (1859), como metáfora del desarrollo de las formas de vida en la Tierra). Con todo, y de vuelta a las palabras de sus creadores, Eywa representa «un dosel orgánico de ramas, un atractivo entramado de raíces, un oasis flotante y un edificio que respira y que representa la sabiduría atemporal y el crecimiento perdurable».
Ese carácter místico de la fachada que transmite el promotor, «que fluye del exterior al interior y viceversa», se materializa en «las últimas tecnologías para armonizar las energías del edificio y crear un entorno que favorezca vuestro bienestar y dé forma a una promesa de vida moderna». En su presentación, llega a citar el vastu shastra, aquella antigua doctrina hinduista que aparece en los Vedas y establece la influencia de las leyes de la naturaleza en las construcciones humanas. Según dicha doctrina, el diseño de un edificio debe seguir un equilibrio entre los cincos elementos que componen el universo: tierra, agua, fuego, aire y éter. Eywa es resultado de esa orientación «holística», un edificio «diseñado para mantener y mejorar la salud y el bienestar físico, espiritual e intelectual».
Respecto a la distribución de sus dependencias, una planta entera del edificio, la que desde R.Evolution llaman «Apartamento nº 1», se dedica a zonas comunes. En él se incluyen un House Club, un spa con piscinas de agua fría, sauna y baño turco, un gimnasio, una zona de comedor y cocina, salas de reunión y una biblioteca y «zona de música». A todo ello se suma una terraza comunitaria, con amplias vistas sobre el Canal de Dubai y el Burj Khalifa, y dos piscinas de exterior, solárium y «sala de meditación».
En conclusión, y más allá del diseño, de las formas místicas y de la construcción discursiva subjetiva a su alrededor —al servicio, es obvio, de las ventas y de una necesaria perspectiva comercial—, lo que es indiscutible es que Eywa supone «una experiencia de vida verdaderamente única, diseñada para quienes buscan originalidad, huyen del conformismo y anhelan positividad, pureza y bienestar». En otras palabras, se trata de un edificio con un diseño exquisito, unas calidades exclusivas y unos espacios generosos para quienes pueden permitirse el «lujo salvaje», tal como lo expresan en R.Evolution, de adquirir alguno de sus 48 apartamentos.
Os dejamos aquí, para que disfrutéis del diseño en movimiento, enlace al VÍDEO de Eywa.
Fuente e imágenes: Eywa.