Con más de 21 millones de habitantes en su área metropolitana, Lagos es una de las ciudades más populosas de África y la más poblada de Nigeria. Debido a su situación geográfica y a su orografía, uno de los grandes desafíos a los que se enfrenta, como muchas otras ciudades del mundo, es la subida del nivel del mar por el calentamiento global. La comunidad de Makoko, conocida como la «Venecia de África», un barrio formado en su mayor parte por casas flotantes o apoyadas en pilotes sobre las aguas que dan nombre a la ciudad (Lagos significa “lagos” en portugués), es especialmente vulnerable. Como ocurre a menudo, la necesidad de enfrentar grandes desafíos impulsa la creatividad y la innovación, y así fue en el caso de Makoko, que inspiró un proyecto único de arquitectura flotante.
Con el apoyo del Programa de Desarrollo de la ONU y del Ministerio Federal del Medioambiente nigeriano, entre otras entidades, fue la firma africana NLÉ Architects la que tomó la iniciativa. Se trataba de un proyecto experimental que daba respuesta a la subida del nivel del océano y a las crecientes necesidades de servicios y viviendas en Makoko en particular, y en África y el resto del mundo en general.
Así se construyó la Escuela Flotante de Makoko (MFS por sus siglas en inglés). Era una estructura flotante construida en madera, cuya forma piramidal permitía bajar el centro de gravedad y aumentar su estabilidad. Además, el diseño de su tejado era perfecto para desviar las lluvias torrenciales. A pesar de que los niños de la comunidad de Makoko perdieron la escuela a causa de una gran tormenta en 2016, el edificio sirvió de precedente y fue adoptado como modelo para varios sistemas flotantes en varias ciudades, entre ellas Venecia y Brujas. El más reciente, actualmente en construcción, se encuentra en Mindelo, Cabo Verde.
El segundo edificio construido después del MFS de Makoko, MFSII, fue una versión más grande, desmontable y transportable, del sistema flotante. Se construyó en 10 días por 4 montadores y se expuso en la 15ª Exposición Internacional de Arquitectura – La Biennale di Venezia. El proyecto fue galardonado con el León de Plata, por su «poderosa demostración (…) de que la arquitectura, a la vez icónica y pragmática, puede potenciar la relevancia de la educación». El MFSIII, la tercera versión, se emplazó en Brujas temporalmente con motivo de su Exposición Trienal de 2018. Durante su estancia en la ciudad, se convirtió en un espacio de exposición, taller y escuela. Por último, el MSFIV se construye en la hermosa bahía de Mindelo, en la isla de São Vicente, Cabo Verde, en África Occidental. Cuando esté finalizado, se presentará como una plataforma cultural y creativa dedicada a la promoción de la música, la danza, el arte, la moda y otras industrias creativas de la región.
Así es como, la Escuela Flotante de Makoko, una iniciativa genuinamente africana, ha evolucionado hasta convertirse en el Sistema Flotante de Makoko (MFS™), y ha demostrado su adaptabilidad regional y su amplia gama de usos, ya sea como vivienda o como centro para la sanidad, la educación, la cultura o la hospitalidad.