La introducción en tiempos modernos de estructuras singulares con forma de «cáscara de hormigón» se debe a arquitectos e ingenieros como Eugène Freyssinet (1879-1962) o Bernardo Laffaielle (1900-1955), entre otros. Fueron ellos quienes elaboraron innovadoras teorías de diseño y construcción, que permitieron la realización de notables estructuras de doble curvatura. Lejos de las construcciones tradicionales, su perfil espectacular comenzó a destacar sobre el entorno arquitectónico donde se encontraban. En estas estructuras singulares, elaboradas con láminas de hormigón curvas, la visión arquitectónica del edificio se conjuga con su diseño estructural.
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Las cáscaras de hormigón son elementos estructurales que resisten grandes cargas de compresión, distribuidas uniformemente sobre su superficie. Sin embargo, tienen poca resistencia a la tracción y no son aptas para recibir grandes cargas concentradas. Por esta razón, se emplean principalmente en cubiertas curvas, a cuyo diseño se aplican las fuerzas del peso propio de los componentes y de la presión que el viento ejerce sobre ellas.
Estas formas arquitectónicas estructurales dotan de gran singularidad y carácter a cualquier proyecto, de forma que lo hacen destacar en el medio urbano desde un punto de vista estético y expresivo.
Por Jean Carlos Soto, técnico de estructuras en el Dpto. de Arquitectura de Amusement Logic