La reutilización creativa de estructuras abandonadas representa una faceta innovadora a la par que sostenible de la arquitectura contemporánea. Esta tendencia no solo aborda la necesidad de conservar recursos y patrimonio, sino que proporciona una nueva vida de actividad y cultura a espacios olvidados.
Un ejemplo de esta perspectiva es el proyecto del Zeitz Museum of Contemporary Art Africa en Ciudad del Cabo, Sudáfrica. Esta estructura, originalmente un silo de grano, fue meticulosamente transformada en un museo de arte contemporáneo. El proyecto, dirigido por el estudio de arquitectura Heatherwick Studio, conservó la fachada original y remodeló el interior de los silos con un diseño audaz y moderno. Así produjo un diálogo entre la herencia industrial y la estética contemporánea.
Otro ejemplo es el High Line de Nueva York, EEUU. Una línea de ferrocarril elevada se transformó en un parque público lineal. James Corner Field Operations lideró este proyecto en colaboración con Diller Scofidio + Renfro. Con él, un espacio urbano obsoleto se convirtió en una vibrante zona verde y, así, pasó a formar parte del patrimonio de los ciudadanos.
Como vemos, en estos dos casos, la reutilización de estructuras abandonadas sirvió para revitalizar espacios urbanos. Estos proyectos muestran la posibilidad de que el pasado y el presente coexistan, se realimenten y sirvan a la sostenibilidad.
Por Juan Guardiola Cutillas, arquitecto sénior en el Dpto. de Arquitectura de Amusement Logic