La arquitectura desempeña un papel crucial en la reconstrucción y la resiliencia de comunidades devastadas por guerras y desastres naturales. Sin embargo, sus capacidades van más allá de la simple rehabilitación física de los edificios. De esa manera, desde una perspectiva más amplia, incluye también la restauración del tejido social y cultural. Para alcanzar ese conjunto de posibilidades, la arquitectura debe recurrir a un diseño eficiente y sostenible. Veamos cómo:

Materiales locales y prefabricados

La utilización de materiales locales y técnicas de construcción mediante la prefabricación permite la reconstrucción más rápida y económica de viviendas e infraestructuras esenciales, lo que redunda en beneficio de la sociedad en su totalidad. Por ejemplo, tras el terremoto de 2010 en Haití, se emplearon técnicas de construcción con bambú y materiales reciclados para levantar viviendas temporales de manera ágil y económica.

Energía renovable y autosuficiencia

Incorporar fuentes de energía renovables, como paneles solares y sistemas de recolección de agua de lluvia, contribuye a la autosuficiencia de las comunidades. En Greensburg, Kansas, después de un tornado devastador, se construyeron edificios sostenibles con certificación LEED y se implementó un suministro de energía eólica, lo que representó un modelo de sostenibilidad post-desastre.

Diseño participativo

La participación activa de la comunidad en el proceso de diseño y reconstrucción asegura que la arquitectura aporta soluciones que responden adecuadamente a sus necesidades y contextos específicos. Tras el tsunami de 2004 en Sri Lanka, los proyectos de reconstrucción contaron con los residentes locales. La planificación y construcción de sus nuevas viviendas se hizo con su concurso, lo que supuso un mayor apego y una mayor adecuación de las soluciones propuestas a las necesidades de la población.

Centros comunitarios multifuncionales

La creación de espacios multifuncionales que sirvan como centros comunitarios, escuelas y clínicas ayuda a restablecer la normalidad y la cohesión social. En Beirut, Líbano, la Biblioteca y Centro Cultural de la Asociación de Vecinos de Karantina ofrece un espacio seguro y versátil para la comunidad después de los conflictos civiles, y facilita así la recuperación social y cultural.

Laurent Gilet | CC BY-SA 3.0

Laurent Gilet | CC BY-SA 3.0

Estrategias de reconstrucción y resiliencia actuales en el mundo

– En Alepo, Siria, varias iniciativas tanto locales como internacionales se esfuerzan en la restauración de edificios históricos y la creación de viviendas sostenibles para los desplazados internos.

– En Mosul, Irak, la UNESCO lidera la restauración de sitios culturales y la creación de servicios públicos resilientes.

– En Afganistán, los proyectos de viviendas y de instalaciones educativas combinan técnicas tradicionales con innovaciones modernas para desarrollar estructuras resilientes culturalmente relevantes.

Como vemos, la arquitectura no solo reconstruye infraestructuras en situaciones de emergencia, sino que también restablece la esperanza y la autosuficiencia de las comunidades afectadas. Al integrar soluciones sostenibles y participativas en el proceso de recuperación y reconstrucción, la arquitectura promueve un futuro más estable y próspero.

Por Juan Guardiola Cutillas, arquitecto sénior en el Dpto. de Arquitectura de Amusement Logic