A la hora de elegir el vallado perimetral más apropiado para un parque acuático u otra instalación destinada al ocio y el turismo en general, ya se encuentre en un hotel, un resort, un camping o un centro comercial, deben tenerse en cuenta distintos criterios. En términos generales, es recomendable que el vallado se sustente sobre un murete de soporte. Dicho murete sirve tanto para evitar la entrada de aguas como el acceso de animales que, de otra forma, podrían excavar bajo la verja. En todo caso, la altura aconsejable del conjunto será de 2,5 m o superior. Pero además, para realizar esa elección, es necesario considerar los siguientes factores:
-La seguridad es el primer factor a considerar. A este respecto, si bien los vallados deben desalentar el acceso no autorizado, su configuración evitará al mismo tiempo el riesgo de lesiones graves, como por ejemplo los atrapamientos o los estrangulamientos. Por lo demás, la seguridad puede mejorarse con sistemas electrónicos de vigilancia y una buena iluminación perimetral. Sin embargo, es necesario considerar un equilibrio entre seguridad y estética, pues en algunos casos la mejora de la primera se produce en detrimento de la segunda.
-La privacidad es otro factor importante: los muros de mampostería tradicionales resultan totalmente opacos, así que quizá sean la mejor opción si la prioridad es la privacidad. No obstante, existen soluciones intermedias, más ligeras y económicas, a partir del uso de barrotes o listones (según el tema), cuya opacidad puede confiarse a una vegetación densa. En su defecto, existe la opción de disponer diferentes elementos textiles y/o temáticos sobre ellos para conseguir esa privacidad. En el caso de los parques acuáticos y otras instalaciones para el ocio y el turismo, a menudo, la solución debe proporcionar esa privacidad, sin ocultar por ello, en la medida de lo posible, las atracciones, que representan un reclamo para que el público se decida a entrar.
-La cuestión económica es también un criterio para elegir el vallado apropiado, sobre todo cuando este debe recorrer un largo perímetro y cerrar una gran extensión de terreno. Hay que encontrar siempre un equilibrio entre la imagen que ofrece el vallado y su coste. A este respecto, la estética que ofrecen opciones básicas como la valla de torsión simple o las barillas de malla metálica, quizá no sea la esperada por el operador del parque acuático o el director del hotel o resort, camping o centro comercial en el que se ubica. El panel de tipo Hércules podría ser la opción que ofrece el mejor equilibrio entre coste y estética. Sin embargo, la valla de torsión simple, de bajo coste, ofrece un aspecto estético muy pobre y no la aconsejaríamos.
-La cuestión estética es la otra cara de la moneda, a la hora de elegir vallado. De nuevo, será necesario tener en cuenta el equilibrio entre este factor y su coste. Así, podemos conferir al vallado una tematización de acuerdo con el tema general del parque acuático, pero este enfoque tendrá sin duda un mayor impacto económico. Por eso, este recurso debe utilizarse solo en puntos relevantes, como por ejemplo los accesos o las zonas de alta exposición y visibilidad. Cabe añadir que las vallas de madera conllevan costes de mantenimiento elevados. No obstante, disponemos de modelos prefabricados que aportan cierto tratamiento estético con un coste reducido. Por último, si nos decidimos por el empleo de elementos decorativos y ornamentales, hemos de considerar que a mayor longitud del vallado mayor coste.
-Será necesario finalmente tener en cuenta la adaptación de los vallados al desnivel. En efecto, los parques acuáticos, sea en hoteles o resorts, campings, centros comerciales u otros complejos de ocio y turismo, se extienden a menudo sobre desniveles. Si estos son suaves, lo más común es el empleo de modelos escalonados. Sin embargo, para desniveles pronunciados existen modelos ajustables y con barrotes articulados que absorben la inclinación y facilitan su construcción.
Por Miquel Solís, arquitecto sénior en el Dpto. de Arquitectura de Amusement Logic