Un nuevo proyecto de arquitectura se despliega en Yeda, la segunda ciudad de Arabia Saudita solo por detrás de Riad, su capital. Se trata de Porta Jeddah, un desarrollo de uso mixto que contará, en sus 123.000 m2 de superficie, con comercios, restaurantes y zonas de ocio, un hotel de 183 habitaciones, apartamentos (53 de ellos con servicio), además de espacio para oficinas y tres «plazas temáticas». El estudio de arquitectura Chapman Taylor ha realizado el diseño del complejo por encargo de la compañía inmobiliaria y promotora Al Akaira. Precisamente, Al Akaira pertenece al Fondo Público de Inversión saudí en un 64,57% de sus acciones, mientras que el resto de la compañía, un 35,43%, pertenece a otros accionistas (con menos del 5% cada uno de ellos).
Según declaran los arquitectos de Chapman Taylor, el diseño de Porta Jeddah «se inspira en el rico patrimonio cultural de la ciudad», con elementos que se hacen eco de la Puerta de la Meca, de su antiguo puerto y el barrio histórico Al Balad, y de los jardines de palacio. Sin duda, uno de los elementos que nos parece más relevante y distintivo de este nuevo desarrollo residencial, comercial y de ocio es el eje central en torno al que se distribuyen los edificios, es decir, esas tres plazas temáticas centrales.
La primera de esas plazas, profusamente ajardinada, representa el espacio paisajístico al que se abren la diversa variedad de opciones de restauración, y sus terrazas, a disposición de residentes y visitantes de Porta Jeddah. La llamada «plaza del agua» cede el protagonismo al agua y a las «fuentes danzantes», entre esculturas interactivas y otras amenidades para la vista. Además, representa el lugar de encuentro para las compras en alguno de los múltiples comercios que formarán parte del complejo. Por fin, llegamos a la tercera, la «plaza del entretenimiento», que reúne, en torno a un anfiteatro, actividades de ocio y recreo «para la participación social y la organización de eventos».
Por último, de entre las características de este nuevo proyecto, hemos de subrayar la decisión de poner el espacio público, esas plazas, lugares peatonales y sin vehículos, en el centro del complejo. Y no solo por su interés arquitectónico y de diseño, sino por la calidad de vida que, gracias a ella, ofrecerá a residentes y visitantes. Creemos, por tanto, que es una buena decisión y que concuerda y es indispensable para enfrentar la declaración de intenciones que manifiestan los arquitectos de Chapman Taylor, a saber: «crear un destino que tenga una profunda conexión con su contexto, que capte la energía y la diversidad de la ciudad y genere un fuerte sentido de pertenencia y autenticidad». Enhorabuena.
Fuentes: Chapman Taylor, Al Akaira.
Imágenes: Chapman Taylor.