Una de las muchas ventajas de la metodología BIM (siglas en inglés para Modelado de la Información para la Construcción) es su capacidad para reducir significativamente los residuos durante la construcción de un proyecto. Las siguientes son algunas de las formas en que la metodología BIM consigue ese objetivo:
–Optimización del diseño: los diseñadores crean modelos virtuales detallados que simulan todas las etapas del proyecto, lo que facilita la identificación de problemas de diseño y su corrección antes de que se inicie su construcción física. Con ello, se reduce la necesidad de modificaciones costosas y la generación asociada de residuos.
–Planificación eficiente de materiales: con la metodología BIM, realizamos un seguimiento preciso de los materiales necesarios para la construcción. Así evitamos el exceso de pedidos y minimizamos su desperdicio.
–Gestión de residuos en la construcción: durante la fase de construcción, los modelos BIM proporcionan información detallada sobre la ubicación, la cantidad y el tipo de materiales utilizados. Con esta información, planificamos estratégicamente la gestión de residuos en el lugar de trabajo.
–Identificación de materiales reciclables: los modelos BIM etiquetan los materiales susceptibles de reciclaje o reutilización, lo que facilita su separación y recolección en el lugar de trabajo.
–Optimización de rutas de eliminación: con la información que proporciona el modelo, planificamos rutas de eliminación eficientes para los residuos generados en el lugar de la construcción. Con ello, minimizamos el tiempo y los recursos necesarios para transportar los residuos a instalaciones de gestión adecuadas.
–Estimación precisa de residuos: también elaboramos una estimación precisa de la cantidad de residuos que se generarán durante la construcción del proyecto, lo que ayuda al establecimiento de metas de reducción de residuos realistas y a su gestión eficiente.
En definitiva, la metodología BIM contribuye a la sostenibilidad general de la construcción, al reducir los residuos y minimizar su impacto medioambiental.
Por David González Molina, gestor BIM en el Dpto. de Arquitectura de Amusement Logic