La metodología BIM (por las siglas en inglés de Modelado de Información para la Construcción), además de servir a la arquitectura y la construcción de edificios, es útil también como sistema de gestión de ciudades inteligentes. Con ella, estas afrontan con mayor eficacia desafíos como el crecimiento demográfico, la necesidad de nuevas infraestructuras y su impacto ambiental.
Sea su escala la que sea, la implementación de la metodología BIM en cualquier proyecto permite analizar el modelo de las estructuras, antes de su construcción efectiva, de forma que esta se realiza con máxima precisión, con mínimos errores y sin pérdida de información. Al mismo tiempo, gracias a su capacidad de simular diversos escenarios y visualizar claramente el impacto de las decisiones de diseño, los urbanistas pueden evaluarlas antes de llevarlas a la práctica. Este proceso redunda en una planificación urbana más consciente y en el uso de los recursos con máxima eficiencia.
Efectivamente, a través de los modelos detallados de las infraestructuras urbanas, se comprueba el uso de energía, la gestión del agua y otros de sus aspectos ambientales. Con ello, se reduce el impacto ecológico de las ciudades, que resultan más sostenibles. Al mismo tiempo, la metodología BIM facilita la colaboración efectiva entre arquitectos, ingenieros, constructores y administradores urbanos, en los diferentes aspectos de su planificación y su construcción.
En las ciudades inteligentes la metodología BIM no opera de manera aislada, sino que se integra con tecnologías inteligentes como la de los sistemas de sensores del IoT (siglas en inglés para Internet de las Cosas), de análisis de datos y de realidad aumentada. Con este ecosistema urbano interconectado, las ciudades responden dinámicamente a las necesidades de los ciudadanos y se adaptan a los desafíos futuros.
Finalmente, y ya después de su construcción, las infraestructuras de las ciudades inteligentes se benefician de la metodología BIM en los capítulos de mantenimiento y de gestión. Al ofrecer información detallada sobre la infraestructura, facilita el mantenimiento preventivo y reduce los tiempos de inactividad. Además, la metodología BIM proporciona información valiosa en situaciones de emergencia, o en trabajos de remodelación, para intervenciones rápidas y eficientes.
Por David González Molina, gestor BIM en el Dpto. de Arquitectura de Amusement Logic