En el lado norte de la famosa praza do Obradoiro, en Santiago de Compostela, capital de Galicia, se levanta un edificio de piedra vieja, labrada por expertas manos de artesano, además de los más de 500 años de viento, lluvia o frío a los que ha estado expuesta. Se trata de un edificio que nació de la piedad y la compasión, además de los fondos adquiridos por conquista, considerado hoy uno de los hoteles más antiguos del mundo, el más vetusto de España, y de los más bellos de Europa. El Hostal dos Reis Católicos, de 5 estrellas, acoge todavía hoy a los esforzados caminantes que llegan al final del Camino de Santiago, además de los turistas y visitantes de la ciudad.
Efectivamente, fue en el año 1486 cuando los Reyes Católicos, Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón, tras finalizar su propio recorrido por el Camino de Santiago, concibieron la idea de fundar un lugar de acogida para los peregrinos y los enfermos. Ese fue el deseo piadoso que impulsó la construcción del Hostal dos Reis Católicos, tal como se lee, en latín, en la inscripción del friso superior de su magnífica portada. Sin embargo, según las fuentes, los capitales para realizar tamaña construcción no llegaron hasta 1499, pocos años después de que las porfiadas tropas de los reyes católicos vencieran a las huestes musulmanas y conquistaran por fin, en 1492, el reino de Granada.
Es así que, gracias a los fondos a que accedieron por derecho de conquista, Isabel I y Fernando II se vieron en la posibilidad de destinar un tercio del Voto de Santiago a la construcción del hospicio. Según una leyenda tan antigua como el propio Voto, este fue un compromiso pecuniario de los monarcas cristianos de los reinos de Asturias, Galicia, León y Castilla con el apóstol Santiago, por su providencial ayuda durante la mitológica batalla de Clavijo (el 23 de mayo del año 844), sin la cual la suerte se hubiera decidido a favor de los ejércitos musulmanes. Así, y volvemos al objeto de nuestra historia, las obras de construcción del Hostal dos Reis Católicos pudieron comenzar por fin en 1501.
El arquitecto real Enrique Egas fue el encargado de realizar la «traza» y dirigir las obras de construcción del hospicio, que se llevaron 10 años. Los papas Alejandro VI y Julio II ofrecieron indulgencias a cuantos cooperasen en su levantamiento. A diferencia de los hospitales de la Edad Media, a menudo de planta rectangular, el hotel de praza do Obradoiro cuenta con cuatro claustros que forman entre sí una planta de cruz griega. La fachada adquirió, a partir de diciembre de 1519, la fabulosa portada de estilo plateresco (también llamado gótico plateresco, protorrenacimiento, estilo Isabel o estilo Reyes Católicos, un estilo genuinamente español) por obra de los maestros franceses Martín de Blas y Guillén Colás. Pocos años después, el ayuntamiento de Santiago cedió una faja de terreno ante la fachada principal, para su protección, que se delimitó con gruesas cadenas engarzadas en pilares renacentistas.
Pero las transformaciones del edificio del Hostal dos Reis Católicos no terminan ahí. En 1678, el monje benedictino santiagués Frei Tomás Alonso reformó la fachada con la introducción de una balconada apoyada sobre grandes ménsulas profusamente decoradas con motivos vegetales y de estilo barroco. Si bien los dos claustros delanteros datan del siglo XVI y son de estilo renacentista, los patios posteriores, que inicialmente se destinaron a huerto, se transformaron en el siglo XVIII en los dos claustros barrocos de los que podemos disfrutar hoy. Con todo, el edificio del Hostal dos Reis Católicos se utilizó ininterrumpidamente como hospedería durante más de 400 años, hasta 1954. Durante ese año, las instalaciones del hospital se trasladaron y el propio general Francisco Franco inauguró las dependencias del nuevo hotel. Posteriormente se integró en la red pública de hoteles Entursa, y ya en 1986, en la también pública Paradores de Turismo de España S.M.E. S.A.
Nota: es necesario aclarar que los conceptos a que se refieren las palabras «hostal», «hotel», «hospedería», «hospital» y «hospicio» (todas derivadas del término latino hospes, que significa huésped), hoy están claramente diferenciados. Sin embargo, en la época de fundación del Hostal dos Reis Católicos, todas ellas caían dentro del concepto general de hospitalidad, que incluía los actos de dormir y comer, así como el cuidado de los pies heridos y otras dolencias derivadas de los largos trayectos a pie.
Fuentes: Paradores de Turismo de España, Santiago de Compostela Turismo, Wikipedia 1, Wikipedia 2.
Imágenes: Paradores de Turismo de España.