En las costas del suroeste de Australia, en el Estado de Australia Occidental, se encuentra una atracción turística tan singular como desconocida. Se trata de Busselton Jetty, un embarcadero sobre pilotes de madera que, con 1.841 metros de longitud, es el más largo del hemisferio sur. Desde que se terminó de construir en 1865, este muelle ha sobrevivido a la intemperie, al ciclón Alby de 1978, a varios incendios y a la amenaza de demolición. El embarcadero cuenta con una línea de ferrocarril que lleva a los turistas hasta el Observatorio Subacuático actual, uno de los seis únicos acuarios naturales del mundo. Ahora, Busselton Jetty Inc., la organización sin ánimo de lucro que gestiona el embarcadero, tiene prevista la construcción del Centro de Exploración Subacuática de Australia (AUDC en inglés), el que será el mayor observatorio marino natural del mundo.
Baca Architects fue la firma de arquitectura que los constructores marinos Subcon Blue Solutions seleccionaron para la creación del complejo submarino. Después de someter tres diseños conceptuales alternativos al escrutinio del público local, la propuesta elegida se asemeja a una ballena que emerge de las profundidades del océano. Con una superficie de 900 m2, el centro contará con un trayecto subacuático para la observación del fondo oceánico e instalaciones destinadas a que los visitantes disfruten de una «experiencia gastronómica» única. Según declaraciones de Barry House, presidente de Busselton Jetty Inc., el AUDC «será un catalizador para atraer a Australia Occidental a gente de todo el mundo, especialmente a los amantes del océano», y explica que «en sus horas punta, la gente es desalojada del actual observatorio porque sólo caben 44 personas por hora». Así, con las nuevas instalaciones se espera que los visitantes lleguen a ser más de 900.000 al año.
Con una inversión prevista de unos 19 millones de euros, la construcción del AUDC se iniciará a mediados de 2021, para comenzar a operar a finales de 2022. Otro detalle interesante del proyecto es que el edificio se construirá en tierra firme, para luego ser remolcado por mar de una pieza hasta su emplazamiento final, en el extremo del Busselton Jetty, donde se sumergirá hasta descansar sobre el lecho marino. Barry House prevé que la apertura del centro marino creará en el ámbito local 200 puestos de trabajo directos, y con la llegada en años sucesivos de cafés, hoteles, comercios, líneas de autobús y agencias comerciales, otros miles más indirectos. Además, el centro de investigación marina promoverá valores medioambientales, como la limpieza de los océanos y la concienciación sobre el cambio climático, y favorecerá la interacción del público con las investigaciones llevadas a cabo en su laboratorio.
Aquellos de vosotros que queráis saber más sobre el embarcadero, podéis visitar su portal electrónico: Busselton Jetty Underwater Observatory.