Diseño de interiores para un impacto positivo

El pasado mes de octubre nacía el «Compromiso por un diseño de interiores con impacto positivo». La idea de este compromiso no es tanto la de «prescribir soluciones», como la de establecer «objetivos a largo plazo que cualquier diseñador puede adoptar» para luchar contra el cambio climático, los «desafíos a la salud y las desigualdades sociales». Dicho Compromiso es una iniciativa de la American Society of Interior Designers (ASID, fundada en 1975, «organización profesional multidisciplinar para diseñadores de interiores, estudiantes, y fabricantes y proveedores»), la International Interior Design Association (IIDA, con más de 15.000 miembros en 58 países, entre profesionales de diseño, afiliados de la industria, educadores y empresas), la organización Interior Designers of Canada (IDC, fundada en 1972, «asociación nacional de defensa de la profesión del diseño de interiores», con más de 5.000 miembros), y la publicación especializada Metropolis (con 40 años de historia, la voz «más convincente de la industria de la arquitectura y el diseño»).

Así, tras un proceso consultivo previo en el que participaron dichas asociaciones y la publicación Metropolis con algunos responsables del área de sostenibilidad de varias empresas de arquitectura y diseño, se estableció el «marco común» que debe orientar a los diseñadores de interiores en el ejercicio de su oficio. Ese marco común, el Compromiso, establece pues tres directrices interconectadas para un «impacto positivo» en la sociedad y en el medio ambiente: diseñar para el clima, diseñar para la salud y diseñar para la equidad.

Diseñar para el clima

Los diseñadores de interiores deben comprender, evaluar y maximizar el impacto positivo de su trabajo en el medio ambiente. Para ello, en todos sus proyectos deberán reducir al máximo las emisiones tanto del carbono operativo como del incorporado. Al mismo tiempo, deben optimizar los procesos de diseño de forma que se reduzcan los residuos y el agotamiento de los recursos naturales. La adaptabilidad y la resiliencia serán dos extremos que tendrán en cuenta en la materialización de sus creaciones. Por último, sus proyectos contarán con que los procesos de «fin de vida, deconstrucción y desmantelamiento» sean medioambientalmente responsables.

Diseñar para la salud

Los profesionales de diseño de interiores se comprometen a eliminar las sustancias tóxicas y peligrosas en la realización de sus diseños, y a crear condiciones ambientales saludables y regenerativas a través de ellos. Al mismo tiempo, manifiestan su voluntad de fomentar el bienestar mental de las personas que utilizan los espacios resultantes de sus diseños. Fomentarán mejores conexiones entre las personas, y fortalecerán la cohesión de la comunidad. Al mismo tiempo, con su compromiso manifiestan su preferencia por los procesos que restauren y regeneren el aire, el agua y otros recursos naturales.

Diseñar para la equidad

En este capítulo, los profesionales del diseño de interiores expresan su adhesión a proyectos que promuevan la diversidad, la inclusión y la equidad. Así, se comprometen a beneficiar a «personas con orígenes y necesidades diferentes, de forma equitativa y justa». Al mismo tiempo, se obligan a «incluir y reflejar las perspectivas de las comunidades menos representadas» en sus procesos creativos. La salud y la prosperidad de las comunidades vulnerables encontrarán apoyo en las decisiones de diseño. Por último, darán prioridad al acceso y a las experiencias positivas para todas las personas, independientemente de las diferencias visibles o invisibles.

El «Compromiso por un diseño de interiores con impacto positivo» es una iniciativa necesaria, expresión de las exigencias a que nos enfrentan los desafíos del mundo actual. Nuestra organización, Amusement Logic, que las ha aceptado y las lleva a la práctica de unos años a esta parte, quiere sumarse desde estas páginas al Compromiso. Desde aquí queremos ofrecer todo nuestro apoyo al esfuerzo de los diseñadores de interiores.