Medellín, la segunda ciudad de Colombia, a la que suelen referirse en el país como «ciudad de la eterna primavera», con una temperatura promedio de 22 ºC, comenzó en 2016 el programa urbanístico conocido como «Corredores Verdes». Uno de los objetivos de dicho programa, aunque no el único, era precisamente el de combatir el llamado «efecto isla de calor», que se produce cuando los edificios y el asfalto de las ciudades absorben y retienen el calor y, en consecuencia, aumenta la temperatura del entorno urbano. Se trata de un efecto pernicioso para las ciudades en geografías templadas o cálidas, que se agrava con el fenómeno del calentamiento global.
Pues bien, la ciudad de Medellín fue distinguida en 2019 con el premio Ashden en la categoría de «Cooling by Nature» (o «Enfriamiento mediante la naturaleza») por dicho proyecto de corredores verdes. Veamos en qué consistió este programa verde:
El proyecto incluyó la creación de 30 corredores verdes o, lo que es lo mismo, el reemplazo en las vías de la ciudad de superficies de asfalto y hormigón por zonas ajardinadas y vegetación. Según estima la BBC, el programa supuso la plantación de 2,5 millones de pequeñas plantas y 880.000 árboles hasta 2021, para conectar entre sí los espacios verdes de la ciudad mediante avenidas y calles arboladas y sombreadas. Y la BBC añade en su información que «la inversión inicial para establecer el proyecto fue de un total de $16,3 millones, con un mantenimiento anual de $625.000 en 2022, según el gobierno local». Visto de otra forma, el programa ha añadido 65 hectáreas de zonas verdes en 12 cursos de agua de la ciudad (o «quebradas», como las denominan allí) y 6,2 hectáreas a lo largo de 18 carreteras y avenidas, mientras que se han convertido en zonas verdes 2 hectáreas de pavimento.
Asociado a la inversión en la mejora del entorno urbano de Medellín, desde el inicio del programa y a través del jardín botánico de la ciudad, el ayuntamiento ha formado a 75 nuevos jardineros, según informa Ashden, entre las personas más vulnerables o desplazadas «por el conflicto armado o procedentes de las comunidades rurales más pobres». Al mismo tiempo, los árboles con los que se poblaron las áreas públicas, se seleccionaron «para proporcionar alimento a la fauna y crear una red de vegetación que aves, mamíferos e insectos puedan utilizar para desplazarse por la ciudad». De hecho, el diseño de cada corredor se llevó a cabo específicamente para imitar a un bosque natural, con plantas bajas, medias y altas. Por último, hay que señalar que estos 30 corredores verdes se conectan con unos 124 parques.
No es extraño pues que el programa de Corredores Verdes de Medellín sea conocido en todo el mundo y que muchas ciudades siguieran su ejemplo. Al fin y al cabo, la actuación ha demostrado ser capaz de reducir la temperatura en hasta 2 ºC, además de haber favorecido probadamente la biodiversidad. A los anteriores beneficios se suma la mejora de la calidad del aire y la reducción de la contaminación atmosférica. Ciclistas, peatones y ciudadanos en general cuentan ahora con más zonas de sombra, con zonas edificadas menos sofocantes y un aire más limpio que respirar.
Os invitamos a disfrutar de la presentación que hizo del proyecto el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, tras recibir la distinción de Ashden, en este VÍDEO.
Fuentes: BBC Future Planet, Ashden.
Imagenes: Alcaldía de Medellín, Ashden y Wikipedia.