La propuesta del estudio de diseño y arquitectura danés BIG para la sede del Gastronomy Open Ecosystem (GOe) de Donostia-San Sebastián, España, se proclamó vencedora el pasado mayo del concurso convocado por el Basque Culinary Center (BCC). El BCC es una institución académica pionera en el ámbito mundial de la gastronomía, que comprende la Facultad de Ciencias Gastronómicas, adscrita a Mondragon Unibertsitatea, y el centro de innovación e investigación BCC Innovation. El proyecto de BIG, bautizado como «Olatuen bidea – Camino de las Olas», mereció la adjudicación por su singularidad arquitectónica, por integrar la sede del centro gastronómico en el entorno y por mejorar los espacios públicos adyacentes con nuevas posibilidades para la actividad e interacción de los ciudadanos. Damos fe de ello, además de su belleza e interés arquitectónico.

Situado entre las faldas del Monte Ulía y la ciudad de San Sebastián, el diseño aprovecha el desnivel de unos 10 m del terreno en el que se asienta. Con este, el nuevo edificio se eleva suavemente desde el nivel del suelo, de forma que su cubierta se convierte en una extensión del parque existente, el cual preserva y renueva a un tiempo. De esta forma se convierte en un edificio que puede pasearse y que ofrece a quienes se aventuran hasta el mirador del extremo norte de su cubierta, vistas sobre la playa de Zurriola y el mar. Al mismo tiempo, con su fachada acristalada, el edificio se abre a la ciudad, de manera que todos pueden observar la actividad en las cocinas, durante las clases o en los laboratorios de investigación. Con ello, crea una conexión real entre la cultura local, la gastronomía y la ciudad.

La entrada lleva directamente a visitantes y usuarios al Gastro Hall, un espacio central que se extiende desde la planta baja, de forma escalonada, hasta el tejado. Las escaleras laterales se suman a las gradas, en lo que resulta ser un gran anfiteatro para eventos, clases y conferencias. Al ascender por estas escaleras, además, y ya que los espacios interiores, igual que la fachada, se separan por grandes cristaleras, los visitantes observan todas las actividades que se llevan a cabo en el edificio. Y una vez en la parte superior, pueden disfrutar de las vistas desde las terrazas, o de la excelente comida en el restaurante de la última planta.

El diseño de los laboratorios, las oficinas y demás espacios, se ha elaborado con el objetivo de que sean flexibles. Aulas y laboratorios pueden transformarse fácilmente para acoger distintos usos, gracias a sus generosas alturas y su anchura. Por último, todas las zonas destinadas a trabajo e investigación se construyen con materiales industriales para su higiene y mantenimiento. En cambio, en los espacios comunes del GOe se usan materiales naturales como piedra y madera para crear una atmósfera más acogedora.

Fuentes: BIG, Basque Culinary Center. Imágenes: BIG.