El flujo natural de personas en espacios de concurrencia pública, como parques acuáticos, parques temáticos, centros comerciales, hoteles y resorts y otras instalaciones para el ocio y el turismo, es un factor que determina su diseño y arquitectura y su posterior construcción. Sin una comprensión profunda de dicho flujo, no pueden garantizarse la eficiencia de su operación, ni la comodidad y seguridad de usuarios, visitantes y huéspedes.

Sin embargo, con la progresiva implantación de la metodología BIM (Building Information Modeling), han aparecido diversos programas informáticos cuya función es analizar el flujo de personas. Estos programas hacen la función de asistentes en el diseño y la arquitectura de edificios en general y, en el caso particular de Amusement Logic, de instalaciones para el ocio y el turismo como parques acuáticos, parques temáticos, centros comerciales, hoteles y resorts y otras.

Así, a partir del modelo BIM del proyecto de que se trate, podemos programar diferentes supuestos de flujo de personas según su aforo, el perfil de los visitantes, las trayectorias, los momentos del día, etc. Y no solo es posible observar los trayectos más transitados, si no que podemos también comprobar donde se producen aglomeraciones o prever el comportamiento de grupos de personas más o menos numerosos.

Así, podemos adaptar el diseño y la arquitectura del modelo BIM, y ejecutar su posterior construcción, según las necesidades reales y el uso efectivo del espacio. Con ello, evitamos colas o paradas y mantenemos un flujo constante de visitantes y huéspedes, lo que redunda en una mejora de la experiencia de los usuarios. Al fin  y al cabo, se trata de una cuestión crítica en los lugares a los que asisten públicos masivos, como precisamente ocurre en parques acuáticos, parques temáticos, centros comerciales, hoteles y resorts y otras atracciones para el ocio y el turismo.

Por Manolo Barberá, modelador hidráulico sénior en el Dpto. de Arquitectura de Amusement Logic

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