El pasado mes de abril se presentó en la sede de la ONU de Nueva York un proyecto pionero en el ámbito del diseño y la construcción. Se trata de una iniciativa de la compañía OCEANIX, fundada en 2018 en la ciudad estadounidense con este propósito, elaborada para ubicarse en la urbe portuaria de Busan, la segunda de Corea del Sur en población después de Seúl. OCEANIX Busan, como ha sido bautizada, representa «el primer prototipo de una comunidad flotante, resiliente y sostenible del mundo».

La nueva ciudad, concebida de forma modular, constará de tres tipos de plataformas flotantes, según su uso: una residencial de entre 1 y 5 plantas, con restaurantes, tiendas, invernaderos y terrazas comunes en la inferior, y viviendas con vistas al puerto en las superiores; otra para oficinas, co-working y/o investigación marina; y otra destinada a lugares públicos, de reunión e interacción entre residentes, así como a «espacios de apoyo para una vida sostenible y circular», o suministro de comida, agua y energía. Estas tres plataformas flotantes iniciales, conectadas entre sí y con tierra por puentes, se anclarán al lecho marino para que permanezcan estáticas en su ubicación y, al mismo tiempo, tengan flexibilidad suficiente para subir y bajar con el nivel del mar.

Respecto a los materiales, OCEANIX confía en el denominado Biorock para la construcción de las estructuras de flotación de las plataformas. Biorock es el nombre comercial de un material que se obtiene mediante un proceso de acumulación de minerales en el agua marina. Al hacer pasar una corriente eléctrica continua de bajo voltaje a través de un esqueleto de acero o hierro sumergido en el agua marina, se desencadena una reacción por la que se adhieren a él minerales como el calcio o el magnesio. El material acumulado en el esqueleto es unas tres veces más resistente que el hormigón, no deja de crecer a razón de unos 20 mm al año, evita la corrosión y se autorrepara mientras exista la corriente eléctrica. Los edificios sobre las estructuras de flotación se construirán, en cambio, con materiales ligeros como la madera.

Para la elaboración del proyecto de prototipo de la ciudad flotante, OCEANIX colabora con ONU-Hábitat, Bjarke Ingels Group, SAMOO Architects and Engineers, Arup, MIT Center for Ocean Engineering, Korea Maritime and Ocean University, Studio Other Spaces, Center for Zero Waste Design y la Global Coral Reef Alliance.

Os invitamos a soñar lo que puede llegar a ser OCEANIX Busan a través de este vídeo:

Fuentes: OCEANIX, Newsweek, Archdaily, Wikipedia. Imágenes: OCEANIX/BIG-Bjarke Ingels Group.