En proyectos tan complejos como los de diseño, arquitectura y construcción de atracciones para el ocio y el turismo, un estudio de mercado mal realizado o malinterpretado puede resultar catastrófico. Pero los estudios de mercado son solo una parte de las muchas variables y contingencias que pueden obstaculizar la ejecución inicial y la posterior operación de dichos proyectos —sea un parque temático, un parque acuático, un canyoning park, una instalación en un camping o en un hotel resort, un parque de animales, etc.
Si dejamos aparte los obstáculos que escapan al control de los profesionales implicados en dichos proyectos —es decir, aquellas circunstancias que no dependen de su saber y su experiencia—, todavía existen otros peligros. Un error en la administración de los permisos de obra, o en el cumplimiento de la normativa local, o en el estudio de viabilidad, o en el análisis topográfico, o en…
En efecto, son muchos los motivos que podrían paralizar durante meses la construcción de dichos proyectos. Sin embargo, precisamente, Amusement Logic ha sido una suerte de tabla de salvación en la ejecución y operación de muchas atracciones de ocio y turismo, algunas de las cuales son hoy éxitos rotundos. ¿El secreto? No hay secreto ni tampoco magia: se trata de experiencia aplicada a través de metodología.

Ajustarse al público potencial de una atracción turística o de ocio
Hace unos años, un promotor europeo deseaba para su parque acuático el tobogán más alto del continente. Pretendía atraer con él a visitantes y turistas jóvenes y audaces, deseosos de sentir correr por su torrente sanguíneo abundante adrenalina. Sin embargo, cuando el equipo técnico de Amusement Logic analizó el mercado y el entorno en el que se ubicaba dicho parque acuático, descubrió algo determinante: el 70% de su público objetivo consistía en familias con niños pequeños que viajaban en grupos multigeneracionales.
Los técnicos de la compañía desaconsejaron aquella atracción estrella como un costoso error. En su lugar, propusieron al promotor el diseño de un concepto con experiencias que pudieran compartirse —como piscinas con olas suaves, juegos interactivos y zonas de descanso integradas—. Con esa idea, las previsiones mejoraban significativamente, con un aumento de ingresos de hasta un 35%. La lección estaba clara: una atracción, por más espectacular que sea, solo atraerá al público si acierta con lo que este espera, con sus expectativas y demandas.

Innovación sin jugarse el todo por el todo
La tentación de ser el primero en ofrecer al público una tecnología experimental puede ser peligrosa. Por eso, la compañía aplica una perspectiva pragmática en los proyectos de los que se responsabiliza: tomar componentes tecnológicos ya probados en la industria, para personalizarlos después y crear una experiencia única.
Costes en la ejecución de proyectos turísticos y de tiempo libre
Otro peligro al que frecuentemente se ve abocado el tipo de proyectos complejos de los que se ocupa la organización —repetimos, parques temáticos, parques acuáticos, canyoning parks, campings, hoteles y resorts, parques de animales y otros—, es el de los sobrecostes durante la ejecución. En una ocasión, durante la construcción de un proyecto en Oriente Medio, la compañía detectó que el tipo de terreno previsto para una gran piscina temática requería una estructura tres veces más cara de lo presupuestado. Un equipo menos experimentado habría adoptado la perspectiva del «no hay más remedio», y hubiera seguido adelante sin evitar los sobrecostes. El equipo de Amusement Logic, en cambio, reconsideró el proyecto y adaptó la piscina a la realidad geológica, con lo que evitó los sobrecostes.

El factor humano, un riesgo a considerar
En todo proyecto, también en los destinados al ocio y el turismo, hay un factor humano: equipos que no hablan el mismo idioma, inversores que no entienden por qué deben realizarse determinadas intervenciones, autoridades locales que cambian criterios… El rol de Amusement Logic va más allá del diseño, la ingeniería, la arquitectura, la construcción y la operación de las atracciones: la compañía es además intérprete y traductora de los detalles del proyecto a los «idiomas» de todos los implicados en él. Con ello, las complejidades técnicas se transforman en decisiones claras para inversores y promotores, y las aspiraciones creativas en planes viables a la hora de su construcción.

No es únicamente lo que realiza Amusement Logic, sino lo que evita
Después de casi 30 años y más de 300 proyectos en unos 60 países, Amusement Logic no juzga solo por su espectacularidad el éxito de un proyecto, sino por la ausencia de problemas a lo largo de toda su vida útil —ya sabéis, sea de un parque temático, un parque acuático, un canyoning park, un camping, un hotel resort, un parque de animales o cualquier otro destinado al ocio y el turismo. Al fin y al cabo, se trata de crear experiencias memorables, pero también de establecer negocios de entretenimiento que perduran.