Existen tres grandes categorías en los sistemas de depuración de agua: los mecánicos, los biológicos y los químicos. Cada uno de ellos tiene una función diferente y en ocasiones pueden emplearse de forma combinada. En todo caso, no es lo mismo depurar agua para consumo humano que para el mantenimiento de los hábitats en los acuarios, o para su utilización lúdica en piscinas y otras instalaciones destinadas al ocio. En esta ocasión, vamos a valorar los sistemas mecánicos de filtración, ya que son los utilizados en la mayoría de piscinas, parques acuáticos y otras instalaciones para baños y usos recreativos.

La principal diferencia entre los sistemas de filtración mecánica se encuentra en el tipo de medio filtrante que utilizan, es decir, el material que llevan en su interior los filtros. Y para valorar los distintos medios filtrantes existentes en el mercado, es necesario comparar tres factores fundamentales: su capacidad de retención de partículas sólidas, su grado de adsorción (o capacidad de atraer y retener moléculas o iones presentes en el agua), y la tendencia del medio a la coagulación y la floculación (es decir, a la formación de grumos y canales por los que pasa el agua sin ser depurada).

Son cuatro los tipos principales de medios de filtrado: arena de sílice, arena de ceolitas o diatomeas, cristal y, el más moderno, la perlita expandida.

-Arena de sílice: este es el medio de filtrado más tradicional, y todavía hoy es el más utilizado en piscinas domésticas. Formada por granos porosos e irregulares, al hacer pasar el agua a su través, la arena retiene la suciedad y las partículas en suspensión de hasta 8 micras. Sin embargo, tiene dos inconvenientes. El primero consiste en el hecho de que es un medio favorable para la proliferación de bacterias y microorganismos. Como consecuencia de esta aptitud, su segundo inconveniente es una tendencia alta a la coagulación y la floculación y, por tanto, a la formación de canales preferentes que reducen su eficiencia. No obstante, el inconveniente de su aptitud biológica queda neutralizado con el lavado de la arena y el tratamiento químico del agua.

-Arenas de diatomeas y ceolitas: las arenas de diatomeas proceden de depósitos fósiles marinos de algas unicelulares, de las cuales todavía viven en los mares unas 20.000 especies distintas. La ceolita, en cambio, es un mineral microporoso. Son capaces de retener partículas de hasta 4 y 5 micras respectivamente, y ambas representan un medio favorable también para la proliferación biológica. En el caso de las arenas de diatomeas, no pueden utilizarse en filtros tradicionales debido a sus características físicas y a su aplicación, que impide el lavado.

-Cristal: este medio filtrante se compone de cristal triturado o en forma de bolas esféricas. El más efectivo de ambos, según todos los estudios, es el cristal triturado. Se trata de cristal reciclado y hay disponibles una amplia variedad de tratamientos, según unos fabricantes u otros. El más eficiente es el tratamiento que confiere al cristal triturado una fuerte carga negativa que garantiza su capacidad de adsorción, además de evitar la proliferación de bacterias y microorganismos. Es capaz de retener partículas de hasta 4,5 micras.

-Perlita expandida: La perlita es un mineral volcánico que se somete a altas temperaturas para su desecación. La perlita expandida resultante se tritura para obtener un material que forma canales microscópicos útiles para el filtrado del agua. Los estudios técnicos indican que este medio filtrante es capaz de retener hasta el 56,5% de las partículas de 1 micra.

El asunto es complejo y técnico, por lo que aquí solo os hemos ofrecido un breve resumen con la intención de que sirva de orientación. En cualquier caso, Amusement Logic estudia pormenorizadamente las necesidades de cada instalación acuática y proporciona la solución de filtrado adecuada para ellas.

———-

Fuentes: Piscinas AOP, Wikipedia (1, 2), Zootecnia Doméstica, Tu and Co, La Web de las Piscinas, Directorioshoy.