En el Departamento de Diseño de Amusement Logic hemos imaginado un refugio que descansa delicadamente sobre el agua, como si fuera una flor blanca abierta en el paisaje. Cada módulo se aloja sobre una plataforma circular de madera conectada con la orilla; su envolvente ligera, inspirada en los pétalos de la flor del nenúfar, combina laminados de fibra y membranas tensadas para crear una superficie que filtra la luz y mantiene en el interior, durante el día, una temperatura agradable. El acceso se produce a través de pasarelas integradas en el jardín acuático, de modo que el huésped cruza entre nenúfares y reflejos antes de encontrar la intimidad de su propia cúpula privada.

El interior refleja la misma suavidad orgánica de geometrías curvilíneas y paneles blancos microtexturados. El mobiliario independiente, por su parte, se configura según la experiencia deseada, sea la de los desayunos al amanecer o la de las cenas románticas bajo la bóveda abierta a las estrellas. La ventilación cruzada llega a través de aperturas orientadas estratégicamente. La estructura cupular libera el espacio central y lo hace diáfano; la terraza que la circunda lo abre al disfrute sin barreras de la vegetación.

Una suite flotante fácil de emplazar en lagunas artificiales, estanques o bahías protegidas, a los pies de grandes hoteles y resorts, para el contacto directo y la cercanía con la vida natural, entre el canto de las aves y el murmullo del agua. Una versión de lo que calificamos como «arquitectura lírica», una muestra de la simbiosis entre diseño y naturaleza, de forma que el primero favorece a la segunda y viceversa.

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