El diseño de este parque infantil urbano, por obra del Departamento de Diseño de Amusement Logic, no se limita a ofrecer juegos, sino que se erige como una escultura transitable, escalable, abierta. Como veis, se inspira directamente en la silueta y el cuerpo de un pulpo, que eleva a escala monumental.
Sus formas combinan, en una «receta» particular, arte, naturaleza y pedagogía. El resultado: un espacio que invita a la exploración, el desafío físico, al descubrimiento y, sobre todo, se convierte en la mejor excusa para dejar volar —¿o quizá debemos decir «dejar sumergir»?— la imaginación entre sus tentáculos. Por cierto, este pulpo, fabricado en madera, ofrece múltiples recorridos: túneles, toboganes y refugios.
Por si os lo preguntáis, sabed que la madera de nuestro pulpo gigante ha sido tratada para oponer una alta resistencia al uso frecuente que sin duda le darán los niños. Además de un material sostenible —y muy agradable—, la madera así tratada se integra en el entorno natural.

Con todo, esta estructura de juego propone una experiencia colectiva para los niños, y, claro, también para los adultos que los ven disfrutar. En definitiva, afianza una relación transversal con el espacio urbano a través de la imaginación.
Por José María Reyes, diseñador en el Dpto. de Diseño de Amusement Logic