Un edificio dentro de un parque nacional debe concebirse como una prolongación del paisaje. Para lograrlo, es necesario recurrir a materiales locales, que nacen del entorno o que evocan su geología. Por ejemplo, hormigones pigmentados con arenas locales, maderas certificadas de especies autóctonas o muros de piedra montados en seco. Mediante tratamientos que imitan la erosión del viento y el paso del tiempo, las superficies se funden con la paleta cromática natural y evitan testimoniar de forma demasiado evidente la presencia humana. En el Departamento de Diseño de Amusement Logic la consideramos una «arquitectura discreta».
Las formas arquitectónicas se integran en la topografía circundante mediante curvas. Sembradas con vegetación nativa, devuelven suelo útil a la flora y la fauna locales. Techos transitables sirven de mirador, para disfrutar de la historia geológica del lugar, mientras los animales conservan sus corredores ecológicos sin obstáculos. Las aperturas orgánicas y los paramentos de cantos rodados enmarcan los hitos del paisaje y conducen las brisas para refrescar de modo pasivo los interiores. La iluminación natural y la ventilación se hacen protagonistas sin necesidad de grandes infraestructuras mecánicas.

Los suelos elevados sobre el terreno, permiten que el agua y la vida vegetal continúen su ciclo. En proyecto contamos con una señalética que se integra sutilmente en la piedra y en la madera mediante grabados, de forma que la información llegue a los usuarios sin estridencias y sin interrumpir la contemplación. Por la noche, la suave iluminación se orienta únicamente hacia el suelo con tonos cálidos inferiores a 2.700 K. La fauna nocturna, a la que el diseño respeta, y el cielo estrellado, ante el que se inclina, son al fin y al cabo parte fundamental de la experiencia.
Esta arquitectura discreta es ideal para centros de interpretación, miradores de fauna o sencillas áreas de descanso que atienden al visitante sin competir con la grandeza del territorio que los acoge. La arquitectura discreta ofrece cobijo, pero deja a la inmensidad del parque todo el protagonismo.