La automatización y la incorporación de tecnologías avanzadas a la producción de bienes y servicios, y, ahora ya, de la inteligencia artificial (IA), ha traído como consecuencia, durante las últimas décadas, que la línea entre ocio y negocio se difumine. Es hora de replantearnos cómo trabajamos y cómo disfrutamos de nuestro tiempo libre.

El nuevo paradigma del trabajo

Efectivamente, dentro de esa tendencia general, y solo durante la última década, las nuevas tecnologías han transformado y transforman nuestro lugar de trabajo. Ahora disfrutamos de una flexibilidad que antes era impensable. Podemos trabajar desde cualquier lugar del mundo y descubrimos formas de integrar el ocio en las rutinas laborales. Podemos acudir a desarrollar nuestra jornada laboral a un coworking frente al mar o realizar reuniones de trabajo desde un refugio en la montaña a través de múltiples videollamadas, o… la ubicación ya no limita la productividad.

Al mismo tiempo, este modelo también ha dado lugar a un aumento en los viajes de negocios, los cuales suelen incluir actividades y tiempo de ocio. Es lo que se conoce como «bleisure» (composición de «business», o trabajo, y «leisure», u ocio). Y según algunos estudios recientes, quienes combinan trabajo y ocio, disfrutan de mayores niveles de satisfacción, creatividad y también de productividad.

El poder del ocio en los negocios

Así pues, como vemos, lejos de ser una distracción o un tiempo perdido para los negocios, el ocio representa un catalizador que contribuye al éxito empresarial. Actividades como practicar deportes, explorar nuevas culturas o simplemente desconectar de las pantallas, renuevan la energía y mejoran la claridad mental. Además, las conexiones interpersonales y las relaciones que se inician en contextos informales suelen ser más genuinas y duraderas. Y eso siempre abre las puertas a oportunidades inesperadas en el futuro.

Un ejemplo de este último extremo es el de los retiros corporativos, que ahora ya suelen incluir experiencias de ocio como talleres creativos, actividades al aire libre y momentos de mindfulness (o conciencia plena). Estas experiencias fortalecen los lazos entre los equipos, fomentan la innovación y mejoran el rendimiento general de las organizaciones.

Equilibrio: la clave del éxito

Sin embargo, la integración de ocio y negocio también presenta retos. Es importante establecer límites claros para evitar el agotamiento y asegurar que tanto el tiempo de trabajo como el de ocio sean verdaderamente efectivos. Al fin y al cabo, la flexibilidad puede llevar en ocasiones a excesos en el tiempo dedicado al trabajo, o a que el ocio invada el terreno laboral y distraiga así recursos productivos. Por tanto, aprender a desconectar cuando es el momento, sin por ello dejar de priorizar el bienestar personal, es esencial para mantener un equilibrio sano.

Un futuro lleno de posibilidades

A medida que avanzamos hacia un mundo más conectado, la capacidad de combinar ocio y negocio será una habilidad clave. Las empresas que adopten este enfoque no solo atraerán a los mejores talentos, sino que también impulsarán la creatividad, la colaboración y la felicidad en sus equipos. En definitiva, ocio y negocio ya no son opuestos, sino elementos complementarios para el crecimiento personal, pero también profesional.

Si deseáis saber más sobre la relación del ocio y la sociedad, os animamos a leer lo que escribimos al respecto:

Importancia del ocio en la sociedad

El tiempo libre y el ocio son factores fundamentales para la buena salud física y mental de una sociedad.

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