A los pies de la Sierra de Guadarrama, en la provincia de Segovia, se alza un monumento en el que el Barroco español alcanzó su máxima expresión: el Palacio Real de La Granja de San Ildefonso. Más que un palacio, este conjunto del siglo XVIII constituye un tratado sobre el agua y la perspectiva como herramientas narrativas. Sus jardines, firmados por los paisajistas franceses René Carlier y Étienne Boutelou, no se limitan a emular los que rodean el Palacio de Versalles; los superan en audacia técnica, cuando ni siquiera se hablaba del diseño experiencial.

Los parterres dibujan patrones progresivos, mientras las 29 fuentes monumentales representan puntos de fuga escénicos. Ejes visuales calculados despiertan el asombro, como al enmarcar la Fuente de la Fama desde la escalera principal, y cambios de nivel dirigen la mirada hacia hitos estratégicos. Pero detrás de este espectáculo acuático late un sistema hidráulico que maravilla a los ingenieros modernos. Concebido en 1729, funciona con la precisión de un reloj suizo.

En efecto, el Mar de la Granja, un embalse natural a 1.289 m de altitud, actúa como depósito gravitatorio. 8 km de acequias subterráneas, talladas en el granito, conducen el agua sin apenas pérdidas por fricción. Cámaras de compensación regulan la presión para que surtidores como el de dicha Fuente de la Fama alcancen 42 m de altura sin bombas. Boquillas de bronce fundido que pulverizan el agua en arcos perfectos; válvulas de corredera que se operan manualmente con llaves de hierro forjado, y un sistema de purgas que evita congelaciones invernales. Todo ello con un caudal constante, movilizado solo con la fuerza de la gravedad, de 9.000 l/seg cuando funcionan todas a la vez.

De hecho, el depósito principal se consumiría en 13 horas con ese ritmo de consumo. Por eso las fuentes no suelen funcionar a la vez. Fueron pensadas en su día para impresionar al rey solo cuando se acercara a ellas. Por este motivo, únicamente funcionan todas al mismo tiempo 3 veces al año: el 30 de mayo, día de San Fernando; el 25 de julio, día de Santiago; y el 25 de agosto, día de San Luis.

Amusement Logic se inspira a menudo en estos referentes históricos para el diseño de proyectos y espacios de ocio. Ya sean fuentes interactivas, atracciones acuáticas o jardines, en todos aplicamos principios similares de uso estratégico del agua, eficiencia energética y diseño escénico. El objetivo, crear experiencias memorables como las que se viven en los jardines del Palacio Real de La Granja de San Ildefonso.

Por Ángel Ibáñez Pérez, ingeniero MEP sénior en el Dpto. de Arquitectura de Amusement Logic

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