Cuando observamos los edificios (¿edificios?) que salpican el lugar de Jantar Mantar, en Jaipur, India, una de las primeras sensaciones que nos recorre es la de confusión ante una arquitectura que se aleja diametralmente de la que estamos acostumbrados a ver en el mundo contemporáneo. Lo que vemos no es arquitectura residencial, o de uso mixto, o comercial, ni mucho menos de oficinas, pero tampoco mortuoria o religiosa, ni siquiera militar. No, se trata de una arquitectura al servicio de la ciencia, de la ciencia astronómica en el caso de Jantar Mantar (que, por cierto, deriva de «yantra», palabra sánscrita para «instrumento, máquina», y «mantrana», también del sánscrito, que significa «consultar, calcular»).
Aunque hay en el mundo numerosos ejemplos de arquitectura antigua al servicio de la observación astronómica, o relacionada de una u otra forma con el discurrir de los astros (Chankillo en Perú; El Caracol, en Chichén Itzá, México; las pirámides de Giza, en Egipto; Stonehenge, en Inglaterra; círculos megalíticos de Senegambia, en Senegal y Gambia; Cairn de Barnenez, en Francia, etc.), ninguno alcanza la sofisticación, ni es tan fascinante como cualquiera de los 19 dispositivos astronómicos que se encuentran en Jantar Mantar. De entre ellos, uno sobresale en fama, por sus dimensiones y su precisión: el Samrat Yantra o «Instrumento Supremo»; el que fue, durante los casi tres últimos siglos, el reloj solar más grande y preciso del mundo.
Fue el maharajá Rajput Sawai Jai Singh (1688-1743), fundador de la ciudad de Jaipur, en el estado de Rajastán, India, quien ordenó la construcción del observatorio de Jantar Mantar. Según nos cuentan, Jai Singh, gran aficionado a la astronomía, observó que las posiciones del sol, la luna, las estrellas y los planetas no coincidían, con toda la exactitud que cabía esperar, con las posiciones calculadas en los Zij (libros astronómicos de origen islámico, elaborados entre los siglos VIII y XV, que recogían en tablas numéricas las posiciones de los objetos celestes). Para solucionar esas discrepancias, el maharajá mandó construir cinco nuevos observatorios en distintas ciudades, entre ellos el Jantar Mantar en Jaipur, que quedó finalizado en 1734. Gracias a las observaciones recogidas en estos observatorios, Jai Singh elaboró unas tablas astronómicas de gran exactitud, conocidas como Zij-i Muhammad Shahi, que se utilizaron ininterrumpidamente en la India, para medir el tiempo entre otras cosas, durante un siglo.
El Samrat Yantra, como decimos, es uno de los instrumentos más destellantes de Jantar Mantar. En cuanto a su arquitectura, resulta fascinante el hecho de que su diseño se sometiera rigurosa y humildemente al dictado de los astros, es decir, de la Tierra y el Sol. De hecho, para determinar las dimensiones, ángulos y orientaciones de este «instrumento supremo», sus constructores tuvieron que recurrir a fórmulas matemáticas avanzadas que tenían en cuenta factores como la órbita elíptica de la Tierra o su inclinación axial.
Así, en el Samrat Yantra, el gnomon consiste en una escalera orientada al norte que parece llevar al cielo (en ángulo coincidente con la latitud 26,9196200 de Jaipur), hasta una altura de algo más de 27 m. Esta escalera, o gnomon, se sostiene sobre un grueso muro atravesado por arcos orientales de cuatro centros. Por último, en su cénit se yergue un chhatri, es decir, un pequeño pabellón rematado con una cúpula. Con todo, la hipotenusa del gnomon, por la que discurre la escalera, se realizó de manera perfectamente paralela al eje de rotación de la Tierra. Y a ambos lados del gnomon se extiende una escala curvada con más de 250 líneas para indicar la hora exacta.
El resultado fue un reloj solar, no solo conocido por sus grandes dimensiones, sino también por la exactitud en la medición del tiempo. Y es que, antes de la construcción del Samrat Yantra, no existía en el mundo un reloj de sol capaz de tasar el tiempo, tal como hace, con una precisión de 2 segundos. Para más señas, su sombra recorre las escalas laterales del limbo a razón de 1 mm por segundo, o 6 cm por minuto.
Sin embargo, a partir del año 2011, el Samrat Yantra dejó de ser el reloj solar más grande del mundo. En efecto, tras la finalización del Reloj Solar Multicaja-Zaragoza, en el barrio Vadorrey de Zaragoza, España, este pasó a ser el reloj de sol más grande del mundo. Según diseño del ingeniero de caminos Juan Antonio Ros, el reloj solar de Vadorrey se somete igualmente al dictado de las estrellas. Dicho reloj de sol se compone de un limbo o cuadrante horizontal en forma de arco, incrustado en el pavimento circundante, y de un gnomon de 46 m de longitud y una altura de más de 30 m.
Por cierto, olvidábamos comentaros que, aunque el Samrat Yantra ya no sea el reloj solar más grande del mundo, la UNESCO declaró el complejo astronómico al que pertenece, Jantar Mantar, patrimonio de la humanidad en 2010.
Fuentes: Jantar Mantar Org, Wikipedia, Test Book, Atlas Obscura, Patrimonio Cultural de Zaragoza.
Imágenes: Jantar Mantar Org. y citados.