El desafío de maridar el patrimonio histórico con la arquitectura contemporánea representa tanto una oportunidad creativa como una responsabilidad cultural. Si bien este tipo de proyectos de arquitectura deben preservar la historia y la cultura materializada en el edificio, también debe revitalizar y prolongar sus espacios históricos. Veamos algunos ejemplos en los que la arquitectura contemporánea logra coexistir armoniosamente con el patrimonio histórico.
-El Museo del Louvre y la Pirámide de Louvre (1989), París, Francia: con diseño del arquitecto I. M. Pei, la Pirámide del Louvre es una estructura de vidrio y metal, que sirve como entrada principal al museo. Crea un contraste visual con el palacio del siglo XII que alberga las colecciones del Louvre. Prueba del éxito de esta incursión de la arquitectura moderna en un entorno histórico es que la pirámide es ahora tan emblemática como el propio museo, hasta convertirse en parte de la identidad del sitio histórico.
–Museo de Arte Contemporáneo K21 (2002), Düsseldorf, Alemania: el K21 Ständehaus es un antiguo edificio parlamentario transformado en un espacio para la exhibición de arte contemporáneo. Los arquitectos conservaron la grandeza del edificio del siglo XIX, al tiempo que introducían elementos contemporáneos como instalaciones de vidrio para alojar exhibiciones de arte contemporáneo. Esta mezcla de lo viejo y lo nuevo crea un ambiente dinámico que respeta y realza al mismo tiempo el carácter histórico del edificio original.
–Royal Ontario Museum, la Michael Lee-Chin Crystal (2007), Toronto, Canadá: el Royal Ontario Museum incorporó una extensión conocida como la Michael Lee-Chin Crystal, con un diseño contemporáneo de Daniel Libeskind. Dicho diseño consta de planos angulares y una fachada de vidrio y aluminio, lo que contrasta y dialoga fructíferamente con las formas tradicionales del edificio existente. Aunque levantó algo de controversia al principio, la extensión ha acabado por ser elogiada como una interpretación audaz de la cohabitación de espacios modernos con edificios históricos.
–Neues Museum (2009), Berlín, Alemania: el Neues Museum en Berlín, con un diseño original de Friedrich August Stüler del siglo XIX, sufrió daños significativos durante la Segunda Guerra Mundial. Su restauración, que lideró el arquitecto británico David Chipperfield, no solo reconstruyó las partes dañadas con técnicas y materiales tradicionales, sino que también integró elementos modernos que complementan la arquitectura original. Para esta parte, Chipperfield empleó materiales como el hormigón y el acero. Con ello, diferenció claramente las adiciones modernas respecto de la estructura histórica.
Por Juan Guardiola Cutillas, arquitecto sénior en el Dpto. de Arquitectura de Amusement Logic