Leemos en la prensa local que «la empresa de Bioparc invertirá 64 millones de euros en un parque sobre la Ruta de la Seda». El titular se refiere a Rain Forest, compañía concesionaria que gestiona el parque de animales existente en la ciudad de Valencia, España, ya famoso —«en estos momentos se registran más de 650.000 visitantes al año»— por su modelo de «zoo-inmersión». Dicho de otra forma, Bioparc es bien conocido por un diseño y una tematización que eliminan barreras entre animales y visitantes. Como consecuencia, la experiencia al cruzar sus puertas —o el puente por el que se accede a él— es lo más fidedigna posible a la de un safari en la sabana africana o a un paseo por las espesuras de Madagascar.
En efecto, el nuevo proyecto de parque temático y de animales, todo en uno, inspirado en la Ruta de la Seda, abordará una narrativa entre la conservación y la cultura, para crear un viaje en el que biodiversidad e historia se dan la mano. El objetivo es transformar los terrenos sin uso adyacentes al Bioparc en tres nuevas áreas temáticas, de forma que el complejo se consolide como un referente turístico y de conservación

Fases del proyecto
La primera fase, denominada en el proyecto «El Camino de Copto», supondrá una inversión de €18 millones y recreará la ruta histórica que conectaba Mombasa, en Kenia, con Alejandría, en Egipto, un tramo clave y menos conocido que servía de enlace a la vía marítima de la Ruta de la Seda. Contará con ecosistemas del mar Rojo, granjas etíopes, templos faraónicos, aviarios y zonas infantiles. Incluirá un restaurante ambientado en Zanzíbar. Se prevé que esta primera fase esté lista en 2027.
La segunda fase, con €2 millones de inversión, rehabilitará dos edificios históricos presentes en los terrenos, de unos 500 años de antigüedad, y relacionados con la parte de la Ruta de la Seda que pasaba por la ciudad de Valencia. De hecho, su objetivo es la recuperación y ponderación del patrimonio histórico vinculado con la seda en la ciudad. Aunque inicialmente se planteó un uso gastronómico para estas construcciones, la nueva propuesta prioriza su valor patrimonial y educativo. Las obras, según leemos, se encuentran en el 40% de su desarrollo.
La tercera fase, con €44,5 millones, la más ambiciosa y costosa del proyecto, consiste en el diseño y construcción de un parque temático dedicado a la China Imperial, con jardines tradicionales, cauces fluviales y vegetación característica, actividades culturales como la ceremonia del té y un espectacular «vuelo en dragón (…) mediante realidad virtual». Por lo demás, el parque temático, en esta tercera fase, exhibirá el hábitat de la fauna asiática, con aves, reptiles y primates típicos de la región.

Impacto turístico y económico
Se espera que esta adición al Bioparc duplique los visitantes anuales, de forma que superen el millón. Al mismo tiempo, el proyecto afianzaría a la ciudad mediterránea como destino de turismo familiar vinculado a la ciencia y la cultura. Tras años de propuestas fallidas en torno a los terrenos sin uso del Bioparc, el Ayuntamiento de Valencia promete agilizar los trámites, en un proyecto que integra, mediante el modelo de concesión, la gestión privada con el interés público.
Fuentes: Levante-EMV, Valencia Secreta, Bioparc.
Imágenes: Bioparc.