Naturaleza y diseño se confabulan para verter sobre el ánimo de los huéspedes una insólita sensación de escapismo, eso sí, sin abandonar el lujo sereno y la armonía sensorial. El sonido hipnótico del agua en la cascada, una suerte de sinfonía natural, o voz de la naturaleza, invita a la calma y la introspección.
Los aromas sutiles a madera noble, en combinación con la humedad de los helechos, la suavidad de los tejidos y la frescura del mármol, el aluvión de luz natural a través de los amplios ventanales, los reflejos dorados sobre las superficies pulidas, la brisa que llega del exterior, hacen de este lugar un espacio a medio camino entre paraje natural y villa. De nuevo, sin menoscabo del lujo más autoindulgente.
Inspirar, relajar y cautivar son los verbos a los que se entregaría el espacio, si tuviera capacidad de obrar, y no fuera resultado del trabajo del Departamento de Diseño de Amusement Logic. El tiempo parece haberse detenido al contemplarlo. Y sin embargo, casi puede escucharse el murmullo del agua.

Por Rebeca Pérez, diseñadora en el Dpto. de Diseño de Amusement Logic