Los puentes son estructuras asombrosas que unen mundos, superan obstáculos naturales y se convierten en icónicos referentes en arquitectura. En esta ocasión, llevados por nuestra fascinación por los puentes, vamos a explorar diversas tipologías estructurales:

  • Los puente colgantes: reconocidos por su elegante diseño, se apoyan en grandes pilares situados en los extremos, en los que se anclan los cables que sostienen la estructura. El Golden Gate de San Francisco, Estados Unidos, o el Puente Akashi Kaikyo, en Japón son solo dos ejemplos.
  • Los puentes arco: esta tipología estructural sigue la forma geométrica del arco para superar grandes luces, gracias a materiales que trabajan principalmente a compresión, como la roca natural o el hormigón. El puente de Sídney, Australia, o los antiguos puentes romanos son ejemplos representativos de ella.
  • Los puentes atirantados: aunque similares a los colgantes, los puentes atirantados se diferencian en que la gran cantidad de cables que utilizan como elemento principal conectan directamente los pilares con la plataforma.
  • Los puentes de vigas: en su caso, superan la luz mediante vigas de hormigón armado postensadas o vigas en celosía de acero.
  • Los puentes basculantes: se trata de estructuras que giran en torno a un eje para permitir su retirada y así franquear el paso a las embarcaciones.

Como podemos observar, los puentes no solo conectan físicamente dos extremos, sino que reflejan la creatividad humana en su diseño y su construcción. Y nos recuerdan la importancia de la ingeniería y su impacto en la vida cotidiana de millones de personas.

Por Alberto López, ingeniero de estructuras sénior en el Dpto. de Arquitectura de Amusement Logic