El arquitecto Ali Basbous, fundador del estudio de arquitectura Built by Associative Data, con oficinas en Beirut, Barcelona e Irlanda, presentó recientemente un proyecto de torre para su construcción en la ciudad de Dakar, capital de Senegal. El proyecto, que se adscribe a la tendencia de la arquitectura biomimética, es único no solo en el panorama arquitectónico africano, sino en el internacional. Y no solo en un sentido, pues se trata de un proyecto singular tanto por su diseño, como por su construcción, como por su funcionamiento. Es la Torre de la Vida.

Respecto a su diseño, empezamos por sus dimensiones: 290 m de altura y 50 m de diámetro. Y mientras su silueta se inspira en el árbol baobab, que crece en muchas zonas de África, el diseño del patrón de la fachada responde a las formas de un estampado animal. Pero su apariencia resulta tan convincentemente biomimética que recuerda también a los grandes termiteros típicos del continente africano.

El edificio se destinará a oficinas y espacios públicos, entre ellos un par de anfiteatros. Contará además con numerosas zonas ajardinadas y, en las plantas superiores, con un bosque a partir de especies de la flora autóctona de África. Al mismo tiempo, dispondrá de un helipuerto y también de un vertipuerto (o espacio de despegue y aterrizaje vertical de drones). Y una de sus plantas se destinará a un silo para el almacenamiento de semillas. Por último, su primer sótano se proyecta como sede del Museo de la Economía Futura de África.

En cuanto a los detalles de su construcción, el proyecto pretende servirse de la tecnología de impresión en 3D para elevar su fachada con arcillas procedentes de fuentes locales. Con ello, el proyecto verá reducidas las necesidades de energía, de transporte y los residuos que produzca.

Finalmente, en cuanto a su funcionamiento, el proyecto propone el uso de vidrio fotovoltáico para generar la electricidad que consume. Por otro lado, un sistema de recolección de agua de lluvia en la parte superior la canalizará hasta su base, donde se almacenará en un gran depósito para su tratamiento y recirculación. Además, el proyecto incluye un biorreactor que transformará en energía los residuos orgánicos producidos en el inmueble. El bosque y los espacios verdes servirán para regular la temperatura y los niveles de oxígeno. Y todos los parámetros de funcionamiento, calidad del aire, temperatura y niveles de ocupación se monitorizarán por medio de una sistema de sensores distribuidos por el conjunto del edificio.

No dejéis de disfrutar de las distintas perspectivas de la Torre de la Vida en este vídeo:

Fuentes: L’Orient-Le JourI’mnovation Hub de Acciona, Amazing Architecture.
Imágenes: Built by Associative Data.