El hormigón «verde» es un material de construcción elaborado de forma sostenible, con una preocupación consciente por la ecología y el cuidado del medio ambiente. A continuación detallamos las características que hacen que un hormigón sea calificado de «verde»:
-Materiales reciclados: en la mezcla del hormigón verde se emplea una proporción significativa de materiales reciclados, de forma que se reduce proporcionalmente la necesidad de extraer recursos naturales para su elaboración.
-Menor huella de carbono: Al reducir en el hormigón verde la cantidad de cemento de tipo Portland, ya que su producción es una fuente importante de emisiones de CO2, se reducen los gases de efecto invernadero.
-Utilización de aditivos y tecnologías avanzadas: al hormigón verde se incorporan aditivos y tecnologías que mejoran su durabilidad y su eficiencia, lo que reduce la necesidad de mantenimiento y las reparaciones a largo plazo en las construcciones en que se emplea.
-Mayor eficiencia energética: el hormigón verde se puede optimizar para mejorar su capacidad de aislamiento térmico, lo que contribuye a la eficiencia energética de los edificios en los que se utiliza.
-Uso moderado de agua: en su producción se aplican prácticas que reducen la cantidad de agua necesaria en su mezcla, y así contribuye a la conservación de este recurso vital.
-Fomento de espacios verdes: De acuerdo con su composición y su aplicación, el hormigón verde facilitará el crecimiento de plantas en su superficie; esto no solo beneficia al medio ambiente, sino que también embellece las áreas urbanas.
De todas esas formas, la construcción con hormigón verde mantiene un compromiso genuino con la preservación del entorno. Es verde precisamente porque aprovecha materiales reciclados, reduce la huella de carbono, ofrece durabilidad, fomenta la eficiencia energética y el uso responsable del agua, y contribuye a crear espacios verdes en nuestras ciudades.
Por Eduardo Hernández García, modelador estructural sénior en el Dpto. de Arquitectura de Amusement Logic