Este mes contamos con la colaboración del precursor del Aquapark de Cerceda, José García Liñares, un parque acuático de propiedad municipal.

Durante la charla nos dio a conocer aspectos muy interesantes sobre la gestión del parque y sus visitantes.

“El parque acuático nació en el año 2000 con una inversión cercana a los 3 M de Euros. Sus 3 ha iniciales no se han ampliado pero si sus atracciones, aprovechando el crecimiento de visitantes y la popularidad del parque.

Abrimos casi 90 días al año y aunque la temperatura a veces no acompaña en el inicio, los meses de Julio y Agosto el parque se llena de gente de Galicia, Asturias y hasta de León. Nuestra política es hacer accesible un espacio de ocio acuático a todas las familias, por lo que establecemos unos precios muy competitivos y hacemos una gran labor para que se sientan a gusto durante su estancia.

Unos de los atractivos del parque son sus 1.5 ha de esparcimiento, con zonas de césped y una ubicación cercana al río; algo que se valora por nuestros visitantes y que les permite tener una estancia agradable. Tenemos varias atracciones y todas ellas tienen una gran afluencia, pero destacaría el Kamikaze y la V. Además, como en todo parque, el visitante puede encontrar kioscos y cafeterías.

Antes de abrir el parque se realizan revisiones y trabajos de mantenimiento que garanticen la seguridad del parque y sus atracciones. Damos mucha atención a este apartado ya que nos importa mucho que el visitante esté a gusto y tranquilo en todos los aspectos.

Los parques acuáticos son un recurso turístico fundamental para los niños (nuestro futuro) y para la gente de mediana edad, por lo que creo que tienen un futuro prometedor. En nuestro caso, esto se acentúa más puesto que somos el único parque de Galicia, ubicado en zona de interior, siendo así uno de los recursos turísticos más importantes de Galicia y como no de nuestra zona.

Solo hay que echar un vistazo a los datos. Cerceda es un ayuntamiento de 5.000 habitantes por el que pasan en los tres meses de verano más de 200.000 personas, las cuales generan una gran fuente de ingresos para toda la zona.

Tras 18 años de funcionamiento hay algunos aspectos que modificaría como las atracciones, acabándolas en pistas de frenado para así disminuir el coste de la depuración de piscinas, que a su vez genera más necesidad de socorristas, pero en líneas generales, volviendo atrás y a la época en la que se construyó, sigo orgulloso de haber llevado a cabo su construcción.»