Los edificios que se levantan con columnas inclinadas, a menudo llamados edificios de torsión, son el resultado de una arquitectura cuyo propósito es crear objetos emblemáticos. Gracias a su diseño y a esas columnas inclinadas que parecen imposibles, se convierten en estructuras visualmente llamativas, con un carácter y una singularidad que las llevan a destacar en el entorno urbano.
La arquitectura de estos edificios de torsión debe garantizar la estabilidad, la resistencia y, sobre todo, su capacidad de resistir las torsiones inducidas por el propio diseño. Además debe hacer frente a factores externos como los posibles sismos, el viento o las cargas verticales asociadas a su uso. De hecho, diversos estudios demuestran que las columnas inclinadas experimentan momentos más significativos, en comparación con las columnas verticales, debido a su excentricidad.
Algunos ejemplos de edificios famosos, cuya arquitectura confía en columnas inclinadas, incluyen la Torre de Shanghái, en China, o las Torres KIO, también conocidas como Puerta de Europa, en Madrid, España. Estos edificios demuestran la capacidad de la ingeniería estructural para llevar a cabo diseños desafiantes y creativos, sin por ello renunciar a la seguridad y la resistencia de sus estructuras.
Por Jean Carlos Soto, ingeniero estructural sénior en el Dpto. de Arquitectura de Amusement Logic