La ventilación consiste en suministrar aire exterior y extraer aire interior de un espacio cerrado con el fin de mejorar su calidad ambiental. Se trata de un proceso al que obligan prácticamente todas las normativas de construcción y arquitectura en la mayoría de los espacios cerrados, especialmente cuando están destinados a la ocupación de personas. Si bien los primeros códigos de arquitectura y construcción exigían una ventilación simple, en las normativas actuales se prioriza la ventilación con recuperación de calor.

La ventilación con recuperación de calor transfiere el calor del aire extraído mediante intercambiadores, de forma que se aumenta la eficiencia energética. En términos simples, la recuperación de calor en la ventilación cumple las siguientes funciones en arquitectura y construcción:

Precalienta el aire con el fin de reducir la energía necesaria para calefacción.

Preenfría el aire para reducir la energía de refrigeración, con función bypass, especialmente durante la noche, para enfriar.

Evacua condensaciones generadas en el intercambio entre flujo frío y flujo caliente.

Filtra el aire de entrada y mejora la calidad del ambiente interior.

Por lo demás, los sistemas de ventilación con recuperación de calor tienen diferentes eficiencias según su tipología, entre las que distinguimos:

Placas de flujo cruzado: recupera energía sensible con eficiencias de hasta el 80% (según sea el diseño de placas). Sus ventajas incluyen bajos costes, bajas pérdidas de carga y separación total de flujos.

Placas de flujo paralelo: recupera energía sensible con eficiencias superiores al 80%. Incrementan la superficie de contacto para lograr una mayor eficiencia, con costes bajos y separación de flujos.

Sistema rotativo o entálpico: recupera calor sensible y latente mediante una rueda donde se mezclan los flujos de aire. La principal ventaja es que el rotor puede ser higroscópico entálpico o de absorción (según la zona climática), con recuperación de humedad y eficiencias de hasta el 85%, de acuerdo con el diseño.

Además del intercambiador, otros componentes importantes del recuperador de calor son los ventiladores y los filtros, que afectan al consumo y a la eficiencia del proceso.

En los proyectos de arquitectura y construcción que aborda, Amusement Logic estudia las necesidades específicas, de acuerdo con las particularidades del espacio y la climatología local. De esa manera, aplica soluciones personalizadas que cumplen con los requisitos de diseño.

Por Juan Carlos Soria, ingeniero MEP sénior en el Dpto. de Arquitectura de Amusement Logic