Los pavimentos permeables, ya sean continuos o modulares, permiten la filtración del agua a través de ellos. Así, mediante su uso, el agua se filtra en el terreno y puede ser capturada en las subcapas inferiores para su reutilización o evacuación a la red. Al mismo tiempo, dadas las distintas capas del sustrato, las diferentes partículas de suciedad pueden retenerse y evitar que contaminen el terreno o lleguen a destino final. 

Existen diversos tipos de pavimentos permeables: continuos porosos (compuestos por resinas, hormigón, asfalto, etc.), césped, gravas, o modulares a partir de bloques, baldosas, etc. Estos pavimentos permeables permiten regular y reducir los picos de caudal, evitar excavaciones profundas y optimizar las redes de saneamiento y sus puntos de recogida. Además, ofrecen una gran versatilidad para el diseño y permiten un aprovechamiento eficaz del espacio disponible.

Por Juan Guardiola Cutillas, arquitecto en el Dpto. de Arquitectura de Amusement Logic

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