Estamos trabajando en el proyecto de arquitectura de un gran Hotel de lujo situado en un espacio de elevada belleza paisajística. A orillas de un lago y entre colinas tapizadas de bosques, el diseño del Hotel presentaba el reto de conseguir adecuar arquitectura y paisaje de forma que se vieran mutuamente potenciados y enriquecidos en el resultado final. ¿Cómo hemos conseguido la armonía del edificio con el paisaje del que forma parte?

Hemos articulado el volumen principal del edificio en tres bloques comunicados entre sí a través de espacios comunes. Los tres volúmenes están proyectados de manera escalonada y a distinta cota sobre el terreno, descendiendo en altura a medida que se aproximan al nivel de la orilla. La pendiente generada permite que todas las habitaciones y espacios comunes disfruten de vistas privilegiadas. Efectivamente, en su interior, todas las estancias funcionan como amplios miradores hacia el paisaje exterior.

La vista frontal del hotel desde la otra orilla del lago queda así definida por una serie de suaves curvas tangenciales que acompañan las formas de las colinas circundantes y ondulan el alzado de los tres volúmenes. El acceso principal al hotel se produce en el extremo más elevado de la fachada, dando paso a un impresionante hall de más de 25 metros de altura. El revestimiento del edificio está formado por vidrio y acero, materiales cuyas propiedades de reflexión favorecen la mímesis con el entorno.

Sostenibilidad y lujo se unen para poder disfrutar de un contacto cercano con la naturaleza.