Los espacios interiores en los que disfrutamos de nuestro tiempo libre y de ocio, sobre todo en verano, cuando aumentan las temperaturas y se producen olas de calor, deben cumplir unos niveles óptimos para nuestro bienestar. Estos parámetros de confort y bienestar se miden y evalúan según el indicador conocido como Calidad Ambiental Interior (IEQ por sus siglas en inglés).
El confort térmico (que considera la temperatura y la humedad) y la calidad del aire interior son dos elementos críticos para una IEQ satisfactoria. Mantener un nivel óptimo de confort térmico en el interior de una instalación exige la energía necesaria para la calefacción y/o refrigeración, de acuerdo con la estación del año y las necesidades específicas del espacio. En cambio, para garantizar una alta calidad del aire interior (CAI) es necesario asegurar su renovación efectiva en el edificio, además de un sistema de filtración adecuado.
En la climatización de espacios amplios como oficinas, locales comerciales, instalaciones deportivas, centros comerciales e incluso parques acuáticos cubiertos, es común recurrir a dispositivos Rooftop (dispositivos de azotea o RTU por sus siglas en inglés). Consisten estos en unidades compactas e independientes instaladas en el tejado que integran todos los componentes para lograr ambos objetivos, es decir, la renovación eficiente del aire y el confort térmico interior. Se trata de sistemas que garantizan una alta eficiencia energética, un funcionamiento fiable y una inversión reducida.
En la actualidad, estas RTU cuentan con tecnologías avanzadas, como compresores inverter (o inversores compresores), válvulas de expansión electrónicas y ventiladores de velocidad variable, que contribuyen a la eficiencia y la reducción del consumo energético.
Por Francisco Lozano, ingeniero MEP en el Dpto. de Arquitectura de Amusement Logic