Situada en un entorno costero exuberante, esta estructura circular se funde con el follaje y la topografía, de forma que la transición entre naturaleza y espacio habitable es casi imperceptible. La elección del diseño y los materiales se ha realizado con el máximo respeto por el entorno; minimizamos el impacto visual y preservamos la belleza natural del lugar. La forma circular de la construcción amplía las vistas panorámicas sobre el océano y facilita al mismo tiempo una integración fluida con la vegetación que la rodea, como si la edificación emergiera orgánicamente del propio terreno.

Pero el diseño de esta arquitectura se orienta a la eficiencia en términos energéticos, ya que cuenta con tecnologías pasivas y activas que reducen la huella ecológica del edificio. El techo, equipado con paneles solares, no solo genera energía limpia sino que también contribuye a la recolección de agua de lluvia. Esta se utiliza de manera inteligente en el sistema de riego y para otras necesidades del edificio.

La arquitectura paisajística que aquí presentamos es testimonio de un diseño que se integra completamente en el entorno sin sacrificar la habitabilidad. Los espacios interiores, aunque ocultos desde el exterior, ofrecen el máximo confort y lujo, para que los residentes disfruten de todas las comodidades mientras permanecen en intimidad con la naturaleza. El diseño no compite con la naturaleza, sino que la realza y la protege, como un santuario donde el ser humano puede habitar en plena armonía con el entorno natural.