En la actualidad, tanto en lo que se refiere a su construcción como a su funcionamiento, los edificios representan entre el 30% y el 40% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Por tanto, la reducción de las emisiones de carbono de los edificios será parte fundamental para lograr los objetivos climáticos de París (2016) y unas emisiones netas cero en el año 2050.
Los edificios de emisiones cercanas a cero, o NZEB (Nearly Zero Energy Buildings en inglés), denominados así por el Instituto de Eficiencia en Edificios de Estados Unidos, son la materialización de los proyectos de arquitectura sostenible que aprovechan, tanto en su construcción como en su funcionamiento, las nuevas tecnologías en descarbonización, digitalización y eficiencia energética. Con estas tecnologías, que evitan desperdiciar, en todo el ciclo de vida del edificio, recursos energéticos vitales y el agua, las construcciones y/o proyectos de arquitectura tradicionales se convierten en edificaciones energéticamente eficientes o incluso autosuficientes.
Con ese objetivo, a través de la Directiva UE 2018/844 y el Reglamento UE 2018/1999, la Comisión Europea ha establecido una hoja de ruta que será de aplicación en los países miembros. Esta hoja de ruta incide en los siguientes aspectos:
- Una estrategia de renovación de edificios a largo plazo.
- Normas para los edificios de nueva construcción.
- Aplicación de metodologías de cálculo para la obtención de la eficiencia energética.
- Concesión de certificaciones energéticas.
- Inspección de las instalaciones (calefacción, aire acondicionado, etc.).
- Electromovilidad.
- Implementación de incentivos financieros.
Por Jean Carlos Soto, ingeniero estructural sénior en el Dpto. de Arquitectura de Amusement Logic